Nacido en Melilla en abril de 1959, Enrique Alcoba compagina su negocio en Calzados Rual con la presidencia de la Confederación de Empresarios de Melilla (CEME). Este colectivo ha sido fuertemente castigado durante los últimos años con el cierre, primero, de la aduana, y luego de la frontera, así como por la pérdida de la bonificación a la Seguridad Social.
-¿Cómo le va la vida?
-Gracias a dios, no me puedo quejar. Tengo a toda mi familia más cercana en Melilla y bien de salud. Mi empresa, que tiene cerca de 60 años, y después de numerosas dificultades -sobre todo durante los últimos años-, sigue funcionando relativamente bien y manteniendo diez puestos de trabajo. He tenido el honor de presidir la UD Melilla, la asociación de comerciantes Acome y, en la actualidad, la Confederación de Empresarios de forma altruista. En fin, una vida intensa, gratificante y variada.
-¿Cómo ve el asunto de la aduana?
-Quiero y debo ser optimista. Si se mira la hemeroteca, desde que cerró la aduana comercial en agosto de 2018, sin duda he sido la persona en Melilla que más veces ha denunciado esta situación en la prensa, en numerosas reuniones con las autoridades, en la CEOE y en dos visitas al Ministerio de Asuntos Exteriores en septiembre de 2022 y en enero de 2025.
Pienso que he sido bastante insistente con la aduana y que, desde que se cerró, no se ha gestionado bien por parte del Gobierno de España. Primero, por no denunciarlo en Europa para obligar a Marruecos a que respete los acuerdos internacionales, y segundo, porque se creó una comisión técnica que no sirvió para nada y porque sabíamos que no era un problema técnico, sino un problema político.
-¿Cree que Melilla recuperará tanto la aduana como la bonificación a la Seguridad Social?
-Quiero pensar que sí: que se recuperará la aduana comercial como debe ser, como entendemos que es una aduana comercial. Que sea libre y que puedan exportar e importar los empresarios de España y Marruecos, dependiendo de la oferta y la demanda de cualquier producto en los diferentes sectores. Eso es una aduana comercial. Lo que es ahora… bueno, eso es otra cosa y esperemos que llegue a la normalidad que todos queremos y el presidente del Gobierno anunció en abril de 2022.
Sobre la bonificación a la Seguridad Social, pienso que nunca se debió quitar ni perder esa bonificación que, desde 2004, hemos disfrutado tanto los empresarios como los trabajadores y funcionaba perfectamente. En 2004 se llegó a un acuerdo entre la CEME, UGT y CCOO en repartir esa bonificación.
A día de hoy ese acuerdo ya no existe con la nueva bonificación del Real Decreto 1/2023 y el siguiente, el 660/2023. Sólo son para contratos indefinidos y además tiene fecha de caducidad, que es en 2026. Pienso que todo esto ha sido un error del Gobierno y un perjuicio para le economía de Ceuta y Melilla. Nuestro objetivo desde la CEME será que vuelva el sistema anterior y se puedan blindar los beneficios fiscales para evitar la incertidumbre que supone esta situación.
-Debe de tener un montón de anécdotas con tantos años entre Calzados Rual, Acome y la CEME. ¿Puede contar alguna?
-Recuerdo a una señora que se compró unos zapatos que le gustaban bastante. Eran zapatos con el tacón muy alto. Los llevó al zapatero para contarle medio tacón y se les quedó la puntera hacia arriba. Y nos los trajo para cambiarlos porque no se los podía poner.
-¿Qué es lo que más y lo que menos le gusta de su trabajo?
-Lo que más me gusta es el trabajo administrativo, las compra-ventas, y lo que menos quizás el asunto de los escaparates.
-¿Cómo ve el futuro de Melilla?
-Melilla ha tenido desde 1980 hasta 2015 aproximadamente una economía muy saneada donde funcionaba bastante bien todo el comercio y fluía la frontera. Pero perdimos la flota pesquera, las fábricas de conservas y el servicio militar obligatorio -y, con ello, las juras de bandera, que cada tres meses había una, con familias que venían y demás-. Luego vino el problema de la frontera, en covid… En fin, hemos tenido bastantes planes estratégicos, un plan integral y muchas promesas, pero pasan los años y no hay alternativa. Necesitamos más apoyo del Gobierno para poder reinventarnos. Pienso que la idea del último estudio del Observatorio de Ceuta y Melilla de crear una Zona Económica Especial sería positiva para el futuro de la ciudad. Los beneficios fiscales tienen que ser atractivos para mantener las empresas y los puestos de trabajo que existen en la ciudad y la posibilidad de que puedan venir algunas empresas más de fuera.
-¿Cuáles son sus próximos retos?
-Terminar mi segundo y último mandato como presidente de la CEME, dejar las cuentas saneadas y en el lugar que le corresponde como representante oficial de los empresarios melillenses. Una vez conseguido esto, poder dedicarle más tiempo a mi familia (mujer, hijos y nietos) y poder valorar el tiempo libre, que, en estos momentos, es lo que menos tengo.
-¿Qué es lo más extraño que le ha sucedido en la vida?
-Quizás, los dos meses que tuvimos que estar encerrados durante la pandemia. Algo insólito que no habíamos vivido nadie nunca. Desde luego, yo, dos meses sin trabajar, nunca había estado. No tener horario ni agenda fue lo más extraño que me pasó.
-¿Cuál es la expresión melillense que más le gusta?
-Ahí viene la COA, o ahí está la parada de la COA, en vez de decir el autobús como en el resto de España-
-¿Cuál es su rincón favorito de Melilla?
-El parque Hernández y un paseo por la playa nueva de la Alcazaba viendo el mar y Melilla la Vieja.
-Su filosofía de vida…
-Vive y deja vivir y respeta a todos para que te puedan respetar.
-Diga un lugar al que le gustaría viajar.
-Argentina y Colombia.
-¿Y al futuro viajaría?
-No tengo ningún interés.
-¿Qué época histórica le habría gustado vivir?
-En los años 20 ó 30 del siglo pasado.
-¿Usa mucho las redes sociales?
-Lo justo para estar informado como es mi obligación.
-¿Cuál es su color favorito?
-El verde.
-¿Qué tipo de música suele escuchar? ¿Algún cantante o grupo en particular?
-De joven me gustaban los Beatles y Simon & Garfunkel. Ahora me gusta el flamenco-pop.
-¿Cuál es su comida favorita?
-La paella.
-¿Y la bebida?
-Agua y vino blanco.
-¿Cuál es su época del año preferida?
-Primavera y verano. Me gustan los días largos.
-¿A qué dedica el tiempo libre?
-A disfrutar con mi familia, sobre todo con mis cuatro nietos.
-¿Qué prenda de ropa no falta en su armario?
-Un traje azul marino y otro traje gris.
-¿Tiene miedo a algo?
-Que le pase algo malo a alguien de mi familia.
-Diga el mejor consejo que le han dado…
-Me lo dio mi padre: “En esta vida hay que seguir una línea recta, paso a paso, para llegar al final, y procura ser honrado y leal e ir con la verdad por delante”.
-¿Y el mejor consejo que ha dado usted?
-El mismo consejo es el que he intentado dar a mis dos hijos. Que sigan esa misma trayectoria que me inculcó mi padre en su día.
-Para terminar, ¿podría decir cuáles son su mejor y su peor recuerdo?
-Sin duda, el peor momento de mi vida fue el fallecimiento de mi padre de un infarto, sin esperarlo y cuando estaba fuera, de viaje. Estuvo dos días solo en el hotel sin esperarlo nadie. Y, bueno, me cogió joven, con 25 años, y me tuve que hacer cargo de la empresa con poca experiencia y mucha responsabilidad. Sin duda, ese fue el peor recuerdo que tengo y el peor momento. Y el mejor, sin duda, el nacimiento de mis dos hijos y mis cuatro nietos.