En el corazón de Melilla la Vieja, donde las olas del Mediterráneo se abrazan con las murallas centenarias, se alza imponente el Baluarte de las Cinco Palabras. Un vigía silencioso que ha presenciado la transformación de la ciudad a lo largo de los siglos, desde su construcción en el siglo XVI hasta convertirse en un símbolo del patrimonio histórico melillense.
Su nombre, envuelto en un halo de misterio, evoca un pasado turbulento. Según la leyenda, en este lugar se ejecutaba a los condenados a muerte, quienes al llegar al cadalso solo podían pronunciar cinco palabras antes de ser ajusticiados: "Creo en Dios Padre Todopoderoso". Un macabro ritual que ha quedado grabado en la memoria colectiva de la ciudad.
Más allá de su pasado oscuro, el Baluarte de las Cinco Palabras guarda entre sus muros una rica historia. Construido originalmente como una torre medieval, conocida como Torre de la Alafia, formaba parte del tercer recinto amurallado de Melilla. Su función era proteger la ciudad de los ataques enemigos, especialmente de los piratas berberiscos que asolaban la costa mediterránea.
Con el paso del tiempo, la torre se transformó en un baluarte, una fortificación más compleja y resistente. Se le añadieron nuevos elementos defensivos, como cañones, aspilleras y un foso, convirtiéndolo en un bastión inexpugnable. El Baluarte de las Cinco Palabras jugó un papel fundamental en la defensa de Melilla durante siglos, repeliendo con éxito numerosos ataques y asedios.
Un legado invaluable
Hoy en día, el Baluarte de las Cinco Palabras ha dejado de ser un escenario de guerra para convertirse en un espacio cultural y turístico de gran relevancia. Tras una meticulosa restauración, el baluarte ha abierto sus puertas al público, permitiendo a los visitantes conocer de cerca su apasionante historia y disfrutar de unas vistas panorámicas únicas de la ciudad y del mar.
En su interior, se ha habilitado un centro de interpretación que ofrece información detallada sobre la historia del baluarte, la ciudad de Melilla y las fortificaciones militares de la época. El centro cuenta con paneles informativos, maquetas, audiovisuales y otros recursos didácticos que permiten a los visitantes sumergirse en el pasado y comprender la importancia de este lugar.
Un espacio para la cultura y el ocio
Además de su valor histórico, el Baluarte de las Cinco Palabras se ha convertido en un espacio cultural y de ocio para la ciudad de Melilla. En su explanada se celebran diversos eventos culturales, como conciertos, obras de teatro, exposiciones y talleres. Un punto de encuentro para vecinos y visitantes donde disfrutar del arte, la cultura y la historia.
Un símbolo de la identidad melillense
El Baluarte de las Cinco Palabras es mucho más que una simple fortificación. Es un símbolo de la resistencia, la historia y la identidad melillense. Un legado invaluable que debe ser preservado para las futuras generaciones. Un lugar donde pasado, presente y futuro se unen en un mismo espacio, recordándonos la importancia de la memoria y la herencia cultural.
Un futuro prometedor
Las autoridades melillenses tienen previsto seguir invirtiendo en la recuperación y puesta en valor del Baluarte de las Cinco Palabras. Se proyecta la creación de un museo dedicado a la historia militar de la ciudad, así como la mejora de las instalaciones y la accesibilidad del espacio.
El objetivo es convertir el Baluarte de las Cinco Palabras en un referente cultural y turístico de primer orden, no solo para Melilla, sino también para el resto del país. Un lugar que invite a la reflexión, al aprendizaje y al disfrute, donde la historia cobra vida y se proyecta hacia un futuro prometedor.