Melilla rinde homenaje a uno de sus ‘hijos’ más ilustres con una estatua en la Plaza de la Aviación l Los familiares del ya fallecido Castaño acudieron, muy emocionados, al acto de inauguración del monumento.
“Estoy convencido que Tomás, desde algún rinconcito del cielo, está sonriendo feliz y contento por haber aterrizado otra vez en Melilla”. Con estas emotivas palabras agradeció ayer Juan Castaño, hermano del ya fallecido piloto Tomás Castaño, el homenaje que Melilla le rindió a uno de sus hijos adoptivos instalando una estatua suya en la céntrica Plaza de la Aviación.
Familiares y amigos de este as del aire se dieron ayer cita en la ciudad autónoma para estar presentes en la inauguración del monumento. El acto estuvo cargado de emoción y sentimiento, habida cuenta de que se trata de un justo reconocimiento por parte de Melilla a uno de sus hijos adoptivos más célebres, pues Castaño recibió este título honorífico en 1964, después de proclamarse campeón del mundo del Tercer Campeonato de Vuelo Acrobático.
Aunque Castaño nació lejos de la vieja Rusadir, en concreto en Castellón de la Plana, siempre tuvo fuertes lazos con Melilla, donde acabó sus estudios de Bachillerato. Además, en su primer destino como teniente del Ejército del Aire, en Tetuán, sus viajes a la ciudad para visitar a parientes y amigos fueron constantes.
Ahora, tres décadas después de su fallecimiento, Melilla le honra con una estatua de casi tres metros de altura y fundida en bronce, obra del escultor melillense José Sánchez Martínez, que se basó en multitud de fotografías del aviador para crear su obra.
Un día emotivo
Antes de la inauguración del monumento, los familiares y amigos de Castaño, encabezados por sus hermanos e hijo, acudieron al Palacio de la Asamblea, donde fueron recibidos por Miguel Marín, presidente accidental, quien se deshizo en elogios hacia la figura de este as de la aviación, a quien definió como “un gran embajador de Melilla”.
“Somos agradecidos con los nuestros y por eso hemos querido tener con él este reconocimiento especial. Así podrá ser recordado por todos los melillenses, tanto por sus hazañas como por lo buena persona que era”, remarcó.
Acto seguido, el presidente accidental hizo entrega de una placa de recuerdo con el escudo de Melilla a los familiares de Castaño y a los miembros del Real Aero Club de España, que este fin de semana han visitado la ciudad autónoma para asistir al homenaje al piloto.
Para concluir el acto, tuvo lugar el descubrimiento de la escultura, situada en pleno corazón de la Plaza de la Aviación, inmejorable lugar para instalar un monumento a este amante de la aviación y de Melilla.