La ciudad registra uno de los niveles de ocupación más elevado del país, sólo equiparable a los porcentajes que Madrid, Murcia, Extremadura o Cataluña. Melilla dispone de un total de 554 plazas para acoger a personas sin hogar, según los datos del Estatuto Nacional de Estadística. Durante el año pasado el nivel de ocupación media fue del 92,2%, un porcentaje que se encuentra entre los mayores del país. Sólo Madrid (92,6%), Murcia (92,8%), Extremadura (92,9%) y Cataluña (93,3%) superaron a Melilla.
Estos centros alojaron en España durante el año pasado a una media de 13.701 personas diarias, un 15,7% más que en 2008, en el que fue de 11.844, según datos del INE. La ocupación media en estos centros alcanzó el 86,8%, el mismo porcentaje que se observó en 2008, aunque el año pasado la capacidad de acogida de estos centros aumentó en un 15,6%, con una media de 15.778 plazas diarias.
El gasto medio de los centros para personas sin hogar se incrementó un 10% en los últimos dos años -alcanzó los 315.021 euros-, y el grupo de población atendido de forma más frecuente fue el de los inmigrantes (52,8% de los centros con orientación prioritaria) y el menos frecuente el de excarcelados (7,7%).
Los servicios más usados fueron información y acogida (un 83,4% de los centros), restauración -desayuno, comida y cena- (83,3%), alojamiento (79,7%) y orientación (78,7).
Las prestaciones orientadas a la inserción social de los usuarios, como los talleres ocupacionales (17,3%) y de inserción (20,1%), la regularización de papeles (27,6%), asistencia jurídica (30,1%), y atención psicológica (40%) tuvieron menor presencia en la oferta de los centros, al igual que en años anteriores.
El 66,8% de los centros estaba situado en municipios mayores de 100.000 habitantes, mientras que en los municipios menores de 20.000 habitantes se localizaron el 12,1%. Aunque la mayoría de estos centros sigue siendo de titularidad privada (75,0%), se aprecia un ligero aumento de los públicos, que suponen el 25% frente al 23,1% de 2008.
Casi tres de cada cuatro centros atendieron indistintamente a hombres y mujeres el año pasado y el 13,6% sólo aceptó a varones y el 12,9% a mujeres.
Respecto a los trabajadores de los centros, la mayoría (el 55,9%) son voluntarios, el 38,4% asalariado y el 5,7% tenía otro tipo de vinculación (estudiantes en prácticas, religiosos).
El número medio de personas que trabajaron en los centros en 2010 fue de 14.082 (un 3,7% más) y el 35,6% lo hacían a tiempo completo y el 64,4% parcial.
El 80,8% del personal trabajó en centros privados, en los que se observaron notables diferencias en relación a los públicos respecto a los recursos financieros disponibles.
El gasto medio en cada uno de los 169 centros públicos fue de 523.460 euros, mientras que en los 506 privados fue de 245.404.
El montante total de gasto de los centros se elevó a 212,63 millones de euros, un 20,7% más que hace dos años, y el gasto medio por centro fue de 315.021 euros, un 10% más que en 2008.
El 47,3% de los centros tuvo una fuente de financiación única y el 44,9% una fuente de financiación mayoritaria (más de la mitad de los fondos).