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El Gobierno critica que se vea a más los chicos de la calle que los menores que salen adelante y se integran
El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, felicitó ayer la labor de la Guardia Civil y los Bomberos que el pasado domingo intervinieron en una cueva en llamas para rescatar a un grupo de jóvenes.
Imbroda se preguntó por qué estaban en esta gruta los chicos y por qué no residían en un centro de acogida. Estos jóvenes, un total de nueve, estaban en una cueva cerca de la ensenada de los Galápago y se produjo un incendio fortuito en el interior. Cuatro salieron por su propio pie, dos fueron rescatados por un guardia civil y otros tres por los Bomberos.
Además, el presidente de la Ciudad criticó que determinados colectivos solo difunden una idea de “lo malos que somos los melillenses” con los menores extranjeros no acompañados.
En cambio, no suelen transmitir ante la opinión pública que muchos de ellos sí permanecen en centros de acogida, donde se forman en oficios con los que luego encuentran un empleo y se integran en la sociedad melillense, comentó Imbroda.
La problemática de los chicos de la calle “vende más”, mientras que “no interesa” que se conozca la atención que les presta la ciudad, de la que dependen los centros de acogida, subrayó.
El presidente reiteró su mensaje de que la mayoría de estos niños son marroquíes y “es Marruecos el que tiene que llevarse a sus menores en vez de abandonarlos” en Melilla, lo que genera una imagen “nefasta, muy mala” de la ciudad. Insistió en que ni el Gobierno ni la Casa Real conocen esta situación o ya habrían tomado medidas.
Subió el número de menores en Semana Santa
El consejero de Bienestar Social de Melilla, Daniel Ventura, declaró ayer que de los cinco rescatados de la cueva, dos son jóvenes que "se escapan" del centro de acogida cada vez que tienen que someterse a pruebas de edad. "Saben que son mayores y no les conviene", apuntó.
También indicó que a muchos jóvenes con rasgos magrebíes "se les etiqueta" como menores, cuando no todos lo son.
El consejero resaltó que La Purísima tiene estos días unos 325 menores, 25 menos que en la pasada Semana Santa, cuando hay más barcos a la Península, en los que algunos de ellos intentan salir como polizones.