La Policía Nacional ha detenido a dos jóvenes de 19 y 21 años como presuntos autores de varios robos con fuerza cometidos en diferentes zonas comerciales de Melilla. Los arrestados, que ya acumulaban entre ambos 23 detenciones por delitos similares, fueron puestos a disposición judicial, decretándose su ingreso en prisión.
Las detenciones se han producido en el marco del Plan Comercio Seguro, un dispositivo impulsado por la Jefatura Superior de Policía de Melilla ante el repunte de denuncias por robos registrados en las últimas semanas, especialmente en bares y cafeterías de la ciudad. La creciente preocupación entre comerciantes y vecinos llevó a activar esta respuesta policial con medidas concretas de vigilancia e investigación.
El Grupo de Delincuencia Urbana (GDU) asumió las pesquisas tras detectar un patrón repetido en los robos, tanto por el método empleado como por las zonas afectadas. El análisis permitió vincular a los sospechosos con al menos cuatro hechos delictivos: tres robos en locales de hostelería ubicados en la zona centro, el Paseo Marítimo y el barrio del Real, además de un robo en una tienda de ropa situada en el centro comercial Murias.
Según detalló la Policía Nacional, los autores actuaban rompiendo cierres metálicos, ventanas y accesos, causando importantes destrozos en los establecimientos. Además del perjuicio económico directo por los objetos sustraídos, los daños materiales aumentaban el impacto negativo sobre los propietarios, que en muchos casos tardaban varios días en reanudar su actividad con normalidad. El botín incluía dinero en efectivo, cajas registradoras y mercancía que los ladrones consideraban de valor.
A pesar de su juventud, ambos implicados tienen una trayectoria delictiva destacable en Melilla. Sus antecedentes están centrados en delitos contra el patrimonio, especialmente robos con fuerza, cometidos siempre en comercios locales. Esta reincidencia fue clave para que el Juzgado de Guardia decretara su ingreso inmediato en prisión provisional.
La Policía ha valorado positivamente el resultado de esta operación, ya que contribuye, según fuentes oficiales, a reducir la sensación de inseguridad entre los comerciantes en un momento crítico del año. La campaña navideña supone una de las etapas con más movimiento económico en la ciudad, lo que también incrementa el riesgo de ser blanco de la delincuencia.
Este caso no es aislado. Tan solo el mes pasado, otras tres personas fueron detenidas e ingresadas en prisión por una serie de robos con fuerza cometidos en distintos puntos de Melilla, como ya informó en su momento El Faro de Melilla. Estos datos reflejan una tendencia que preocupa tanto a la ciudadanía como a las autoridades, y que ha motivado un refuerzo en las medidas preventivas.
El Plan Comercio Seguro contempla una estrategia integral que combina presencia policial disuasoria, refuerzo en horarios y zonas de mayor riesgo, vigilancia no uniformada y campañas de prevención. También se fomenta el contacto directo entre las fuerzas de seguridad y los comerciantes para canalizar denuncias, alertas y medidas de autoprotección.
Desde la Jefatura Superior se insiste en la importancia de la colaboración ciudadana. Denunciar cualquier actividad sospechosa o incidente delictivo es, aseguran, fundamental para que los operativos policiales sean eficaces. Además, animan a los propietarios de negocios a revisar la seguridad de sus establecimientos e implementar mejoras cuando sea necesario.
Con estas últimas actuaciones, la Policía Nacional reafirma su compromiso con la protección del pequeño comercio, pieza clave del tejido económico y social de Melilla.








