Dos guardias civiles de Melilla han resultado heridos leves este domingo intentando frenar el salto masivo a la valla de migrantes magrebíes. Ambos agentes han necesitado atención médica. El salto de alrededor de un centenar de migrantes se produjo sobre las siete de esta mañana y fue abortado gracias a la coordinación de los dispositivos antiintrusión de España y Marruecos, según informa la Delegación del Gobierno de Melilla. No obstante, las autoridades de Melilla estiman que siete migrantes magrebíes consiguieron entrar en la ciudad. Las entradas irregulares de migrantes magrebíes, sobre todo de Marruecos, parecían haberse frenado desde que Marruecos levantó el muro de la garita de Mariguari, por donde entraban los migrantes usando escaleras a plena luz del día. El 29 de enero la Guardia Civil desplegó un amplio dispositivo en el entorno de Mariguari, alertado por la construcción del muro que Marruecos levantó para dificultar que sus nacionales, agobiados por la crisis económica en Nador, intenten llegar a Melilla en busca de trabajo. En 2021 aumentaron las entradas de migrantes a Melilla y Ceuta un 7,8%, según el Balance de Inmigración del Ministerio del Interior. En total a las dos ciudades autónomas entraron por tierra, de manera irregular, 1.845 migrantes, 133 más que en el ejercicio anterior. Estos datos no incluyen la fallida marcha verde sobre Ceuta, en la que se calcula que accedieron a territorio caballa unas 10.000 personas. Por vía marítima, en cambio, bajó la llegada de migrantes a Melilla de enero a diciembre de 2021. En total, entraron en la ciudad en patera o embarcaciones de recreo 39 personas, frente a las 51 que lo consiguieron en 2020. Estamos ante un descenso del 23,5% en la llegada de migrantes por mar y del 12% en el número de embarcaciones, que descendió de 11 en 2020, a 5 el año pasado. Recientemente la Guardia Civil desarticuló una red hispano-marroquí que introducía migrantes en Melilla por vía marítima,llegando incluso a robar barcos de puerto Noray para luego estrellarse en la costa cargado de extranjeros de terceros países, captados en Marruecos, que pagan entre 500 y 4.000 euros por subir a una patera para entrar en Melilla.