Un agente de la Guardia Civil ante los paquetes que contenían la mercancía intervenida.
La Guardia Civil ha detenido a dos empresarios afincados en Melilla por ser los supuestos consignatarios y administradores de 5.000 equipaciones deportivas para niños y 4.600 gorras de distintas marcas comerciales, así como de 424.000 bolígrafos también con un reconocido logotipo en el puerto. Se trataba de productos falsificados que llegaron a Melilla vía marítima en dos contenedores procedentes de China y cuyo destino final podía haber sido la venta tanto en comercios de nuestra ciudad como de Marruecos.
Los detenidos, uno de nacionalidad española y otro de origen marroquí con tarjeta de residencia comunitaria han pasado en calidad de investigados a disposición judicial como supuestos autores de delitos contra la propiedad industrial, quedando la mercancía intervenida depositada a disposición de la Autoridad Judicial que entiende del caso.
En una nota de prensa, la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla informó de que los hechos ocurrieron el pasado mes de mayo durante un registro selectivo llevado a cabo por la Unidad de Análisis de Riesgos, dependencia en la que se encuadran guardias civiles y personas de la Agencia Tributaria.
El primero de los servicios, se hizo al realizar el reconocimiento físico de un contenedor procedente de China, con mercancía declarada como ropa de confección y tras la inspección realizada, se comprobó que 31 de los bultos que portaba contenían gorras y conjuntos de camisetas y pantalones deportivos con “logotipos e inscripciones de marcas muy conocidas en el mercado”, susceptibles por determinados indicios de no ser auténticas y corresponderse con marcas comerciales registradas.
Intervención
Esta actuación conllevó a la intervención cautelar de la mercancía e instrucción de diligencias judiciales, al apreciarse indicios de delito contra la propiedad industrial, y a la práctica de gestiones para determinar el origen de las prendas, su consignatario y destino presumible de la misma.
El segundo servicio, realizado por el mismo procedimiento sobre otro contenedor procedente de China, obtuvo el resultado de la localización de “424.000 bolígrafos” también susceptibles de no ser auténticos e inducir a error tanto por su apariencia como diseño de una conocida marca comercial, procediéndose a su intervención cautelar.
El valor conjunto de la mercancía intervenida es superior a los 600.000 euros.
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