El Melilla sufrió una nueva derrota y desaprovechó la oportunidad de cambiar su mala dinámica y dar un golpe de autoridad en el Nuevo Vivero, al caer 0-2. Todo lo contrario que el Badajoz, autoritario líder de una clasificación que comanda con puño de hierro y en el que pasa a disfrutar de ocho puntos de ventaja. Los dos conjuntos aprovecharon el parón navideño para cicatrizar las heridas de los últimos resultados, con más sombras que luces en ambos casos. También ayudó al espectáculo un césped en perfectas condiciones después de esquivar el paso del temporal Filomena. Sin embargo, tanto el correr de los minutos como el gol inicial sirvieron para mostrar la distancia real que separa al líder frente a un plantel con muchas dudas.
Ritmo alto, balón raso, mucha disputa y algunas acciones individuales de gran nivel como carta de presentación de un partido que no defraudó. Pudo abrir el marcador en el minuto diez Concha tras cruzar en exceso un servicio de Gorka Santamaría en la frontal del área. Con el paso de los minutos, los chicos entrenados por Fernando Estévez ganaron en profundidad y control sobre un Melilla maniatado. El bloque alto anfitrión bailó siempre al ritmo de Corredera con Maestre incrustado entre los centrales para dar una salida limpia al balón. Ideas muy claras en el lado local pese a acusar en exceso la ausencia de Dani Aquino como referente en la delantera. Por su parte, los pupilos de Aloisio se refugiaron en los contragolpes para hacer daño a su rival. De este modo llegó la ocasión más clara, con una veloz transición de lado a lado que Isi remató muy cerca de la portería defendida por Kike Royo. La movilidad y el dinamismo de la escuadra visitante fueron las mejores noticias en el arranque del choque.
No tardó en contestar el Badajoz con un disparo de Tomás Sánchez que repelió el poste izquierdo. Un aviso de lo que vino minutos después en otra mala salida de balón por parte de la zaga del cuadro norteafricano. La presión alta del ataque local dio sus frutos con un robo y pase filtrado de Maestre que Gorka Santamaría finalizó con un suave toque cruzado sobre la salida de Leo Santos.
La segunda parte arrancó con un decorado muy similar sobre el verde del Nuevo Vivero. El Badajoz, con viento a favor, monopolizó el balón en zona defensiva para protegerse del cansancio y zarandear a la medular rival. Aloisio mandó subir un punto la intensidad en la presión y dio aire a los suyos con la entrada de Youssef y Fran García para cambiar por completo el dibujo del cuadro melillense. No hubo tiempo a comprobar el efecto de los cambios porque una jugada combinativa de Guzmán, que movió la pelota a sus anchas por todo el frente de ataque, sirvió como sentencia. El experimentado jugador pacense mostró su superior categoría en el control, la conducción y el posterior pase al punto de penalti donde Corredera no tuvo piedad con su privilegiada pierna izquierda.
Pareció despertar el once unionista que siempre construyó por el costado izquierdo ante la ausencia del titular en el lateral derecho pacense. Sin embargo, el Badajoz exhibió su condición de líder con una defensa inmaculada y volvió a encontrar en la verticalidad a su mejor aliada. Con Guzmán desatado, los pupilos de Fernando Estévez encontraron siempre vías de penetración. Sólo unos centímetros evitaron el tercer gol local cuando el propio Guzmán enfiló a Leo Santos y cruzó la pelota en exceso. El capitán local realizó un partido de mucho nivel, siempre bien secundado por el despliegue de Otegui y la calidad de Corredera. Excesivos argumentos para un Melilla que se deshizo hasta volver a mostrar su peor versión.
Aún hubo tiempo para que Fran García protagonizase la acción más peligrosa del lado norteafricano con un latigazo dentro del área que obligó a Kike Royo a volar sobre la escuadra derecha. También pudo anotar César Morgado a saque de córner con un cabezazo muy manso que blocó Leo Santos para dar por finalizado el choque.
Desilusión es la palabra que resume. El entrenador manifestó que le gustó su equipo. A mí no. Tan sólo unos veinte minutos de la primera parte lo hicieron medianamente aceptable. Estamos en zona de descenso y nadie habla de refuerzos. Pues... que tengamos suerte en no descender...
Cese inmediato de Torices y Aloisio. El primero responsable de tanta mediocridad y el segundo no da la talla, claro que con semejante plantilla no puede hacer más
Apostillo. Dos puntos sobre dieciocho posibles. En efecto José Antonio. En zona de descenso. Un entrenador que fue defensa. Pocos de ésta demarcación han triunfado. No metemos un gol ni al arco iris.