El presidente de Melilla, Eduardo de Castro, ha expresado su deseo de que la frontera entre España y Marruecos en Melilla vuelva en el nuevo año 2023 a la “plena normalidad” en la circulación “ordenada” de personas y mercancías “para así recuperar las buenas relaciones que siempre deben existir entre los países vecinos”.
De Castro ha pronunciado esta Nochebuena su discurso navideño, emitido por la televisión pública local, en el que ha considerado que esta “plena normalidad” en el tránsito fronterizo es “imperativo” una vez que el paso terrestre de Beni-Enzar reabrió el pasado 17 de mayo tras más de dos años cerrado por la pandemia y la crisis entre ambos países.
El presidente melillense confía en que exista “una voluntad clara de cooperación estrecha, de reciprocidad y de buena vecindad” y considera que la diplomacia española y europea “tienen que seguir fomentando vías conjuntas de negociación”, para lo que ha instado a “no olvidar que cierta firmeza da mejor resultado que la tibieza”.
También relacionado con la frontera, De Castro se ha referido al “recuerdo amargo, doloroso e imborrable” que deja este año el intento de entrada irregular que sufrió la frontera de Melilla el pasado 24 de junio, “una tragedia humana” y “algo que no tendría que haber ocurrido nunca”.
Pero ha insistido en que “los saltos masivos y violentos a la valla fronteriza no pueden ser la opción para solventar las dramáticas situaciones de miseria y persecuciones que sufren los migrantes en sus países de origen” y ha reclamado que la frontera esté protegida con medios humanos y materiales “no solo adecuados, sino también proporcionados”.
"Cruzar la frontera o saltar la valla es entrar en Europa”, ha recordado De Castro, que ha anunciado como algo “inminente” que Melilla pueda obtener la autorización para abrir una oficina en la sede de la Representación Permanente de España en la Unión Europea para que "[en Bruselas] nos escuchen siempre y que no se nos vea sólo cuando hay saltos a la valla”.