EL delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, adelantó ayer a la prensa que le consta que de los 80.000 inmigrantes que se encuentran en Marruecos y Mauritania... ...dispuestos a entrar en España, “varios miles” están en los alrededores de Melilla a la espera de saltar la valla, subir a una patera o entrar ocultos en el doble fondo de un coche.
También dijo El Barkani que la política de traslados de inmigrantes a la península para descongestionar el CETI seguirá como hasta ahora. O sea, no habrá salidas de emergencia pese a que el Centro de Estancia Temporal está al límite de lo que puede soportar por capacidad.
Al parecer poco se puede hacer al respecto porque los Centros de Internamiento de la península, a donde son enviados muchos de los inmigrantes que salen de Melilla, también están saturados y una cosa lleva a la otra.
Ayer, víspera de la llegada del ministro Jorge Fernández Díaz a la ciudad, salió hacia Málaga cerca de un centenar de inmigrantes del CETI y hoy está previsto que partan otros treinta. Aún así, el centro por el que pasará este mediodía el número uno de Interior sigue sobreocupado.
Tanto el delegado del Gobierno, como el presidente Juan José Imbroda aseguraron ayer que esperan que la visita que realizará hoy a la ciudad el ministro Fernández Díaz sea “fructífera”.
Y lo será en la medida en la que el ministro nos dé la fecha exacta del inicio de las obras del paso de Beni Enzar y avance si habrá o no más refuerzos para la frontera, ya que en un principio se habló de 40 agentes de élite de la Guardia Civil y al final sólo llegaron entre 18 y 20 efectivos.
También sería interesante que el número uno del Ministerio del Interior nos diera más detalles sobre las inversiones que espera sacar adelante si Bruselas se rasca el bolsillo ante la emergencia que viven Melilla y Ceuta.
Ayer el Ministerio dio un paso importante al intentar acercar posturas con las ONGs que trabajan directamente con los inmigrantes que llegan a España pasando por Melilla y Ceuta.
El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, recibió en Madrid a los representantes de varias asociaciones y prometió estudiar las recomendaciones que éstas le hicieron.
Aunque ambas partes están separadas por un abismo, ayer Interior tendió la mano para, salvando las diferencias, intentar acercar posturas.
Porque de eso se trata en estos momentos: De ir todos a una. No podemos llegar a Bruselas a pedir dinero para solucionar una de las mayores crisis migratorias que ha sufrido este país con una jaula de grillos detrás. Habrá que plantarse en la Unión Europea como lo hacen los grandes, con seriedad y con el consenso bajo el brazo.
Pero el acuerdo hay que conseguirlo caminando todos hacia el centro. Ayer Interior dio un paso. El ministro Fernández Díaz ya dio otro yendo a Bruselas y pidiendo por escrito y a viva voz lo que nos hace falta. El movimiento se demuestra andando.