La imagen del conquistador de Melilla en 1497 amaneció ayer sin su brazo derecho, que porta la espada mirando al cielo. La Guardia Civil y la Policía Nacional investigan los hechos, sin detenidos, por el momento.
El conquistador de Melilla en 1497, Pedro de Estopiñán amaneció ayer sin su espada apuntando al cielo. Según testigos presenciales, cuatro encapuchados con pasamontañas y vestidos de negro cortaron el brazo de Don Pedro en torno a las 02:00 horas del viernes. La Guardia Civil y la Policía Nacional investigan los hechos, sin detenidos, por el momento, pero el delegado del Gobierno en la ciudad, Abdelmalik El Barkani, relacionó este acto vandálico con los autores de los últimos altercados en la frontera.
A primeras horas de la mañana, los melillenses comprobaron con estupor la amputación sufrida mientras las autoridades se afanaban en cubrir la estatua. La noticia corrió como la pólvora por la ciudad y muchos no dudaban en apuntar con el dedo en la misma dirección que lo hizo el delegado del Gobierno en Melilla, como después El Faro pudo confirmar, ya que los propios alborotadores se atribuyeron la autoría de la amputación.
El Barkani precisó que aún no se ha producido ninguna detención y dijo desconocer el paradero del brazo amputado de la estatua. Nuevamente, los propios autores de los hechos aseguraron tener en su poder la pieza.
Un corte limpio con una segueta
En la plaza de Melilla La Vieja que recibe su nombre del conquistador Pedro de Estopiñán, los servicios de la Ciudad Autónoma cubrieron la imagen y la separaron de su peana. El presidente de la Fundación Melilla Ciudad Monumental, José Vallés, estuvo presente durante la retirada de la estatua y aseguró que, hasta su restauración, permanecerá en los Almacenes Generales de la Ciudad Autónoma.
Vallés explicó que, según la información que había intercambiado a primera hora de la mañana con las autoridades policiales, el corte fue “limpio”, por lo que, dijo sospechar que pudo haber sido cortado con una segueta. También explicó que las cámaras de vigilancia de la Casa del Reloj podrán ayudar a las autoridades policiales para esclarecer los hechos.
El presidente de la Fundación anunció que será el escultor melillense Mustafa Aarruf el encargado de restaurar la imagen de Pedro de Estopiñán. El mismo escultor, según Vallés, explicó que este acto vandálico no tuvo una excesiva preparación y que el corte fue limpio en una zona de la escultura, de bronce fundido, en la que el material no tiene un gran espesor. De ahí, que la amputación se llevara a efecto en poco tiempo con una simple segueta.
Cámaras de vigilancia
Vallés aseguró que este acto vandálico tenía unas “connotaciones extrañas” de personas que “no son de aquí” y aseguró que si la intención era “molestar” a los melillenses, “no lo han conseguido porque llevamos 500 años viviendo muy bien aquí”. Por ello, quiso restar importancia a los hechos y aseguró que, con la ayuda del escultor melillense, podrán restaurar la imagen de Pedro de Estopiñán, pues “tenemos 50 brazos de Estopiñán”.
Por último, aseguró que facilitarán a las autoridades las grabaciones de las cámaras de vigilancia de la Casa del Reloj, pues podrán aportar más datos y pruebas a la investigación en curso.
Vallés: “Los bereberes de Melilla quisieron pertenecer a España”
El presidente de la Fundación Melilla Ciudad Monumental, José Vallés, recalcó que Pedro de Estopiñán, contable de profesión, “ocupó legítimamente” la ciudad en 1497, por lo que no fue una conquista. Hizo referencia así al libro ‘Los Alguaciles de Melilla’ y afirmó que “los bereberes de Melilla querían ser españoles”, por lo que se pusieron en contacto con los Reyes Católicos para pertenecer a España. La llegada de Estopiñán a la ciudad fue una “ocupación legítima” por parte de “un contable y no un militar”.
Pedro de Estopiñán y Virués era emisario de juan Alonso de Guzmán, tercer Duque de Medina Sidonia, durante el reinado de los Reyes Católicos, y su llegada a Melilla el 17 de septiembre de 1497 supuso el inicio de la españolidad de la ciudada autónoma, que se ha mantenido desde entonces sin ninguna interrupción.