Cuatro bebés robados en los 80 buscan a su madre biológica en Melilla

El Juzgado de Instrucción nº 2 de la ciudad ha registrado estas denuncias y ya se están investigando. A pesar de la publicidad que ha tenido el caso desde que se hiciera público no hay pistas que lleven al paradero de alguna progenitora.

Desde que saliera a la luz la trama de bebés robados en Melilla, cuatro han sido las denuncias que se han registrado en el Juzgado de Instrucción número 2 de la ciudad correspondientes a cuatro personas que están buscando a su madre biológica. El denominador común de las denuncias es de personas que o bien descubrieron recientemente que fueron adoptadas o que sus padres no eran los biológicos o bien aún sabiéndolo creen que sus raíces pueden estar en la ciudad o en la zona de Marruecos cercana a Melilla. Fuentes próximas a la investigación explicaron a El Faro que desde que se destapó la trama, aunque con un calado nacional, muchas han sido las llamadas que se han registrado interesándose por el caso.  
La investigación como tal concluyó el pasado mes de mayo, cuando se hizo pública la imputación de 31 personas vinculadas directamente con la compra de bebés bien nacidos en Melilla o en hospitales de Marruecos, pero las autoridades judiciales abrieron una línea telefónica especial para todos aquellos que puedan aportar su granito de arena en el caso (952 69 60 33, extensión 221).

Llamadas desde Europa
Estas cuatro denuncias son cuatro casos más de bebés robados en Melilla que se suman a los 16 identificados por la Guardia Civil durante la fase de investigación en la denominada ‘Operación Oculta’. Reciben llamadas procedentes de toda la geografía española y también de la Unión Europea, pues en ocasiones “son familiares o amigos de personas que saben que fueron adoptadas”. Sin embargo, los investigadores también tienen en cuenta otros casos de bebés robados que puede que desconozcan su auténtica procedencia o sencillamente no quieren que se investigue.
El paso de los años también es un factor que corre en contra de los investigadores. De los 31 imputados, 16 han fallecido, incluso algunos de ellos murieron durante el desarrollo de la investigación. Los que aún viven o son muy mayores o están en un delicado estado de salud.

Más casos a investigar
Lo que está claro en estos momentos es que, una vez cerrada la investigación, ahora las autoridades tienen por delante, al menos cuatro nuevos casos de bebés robados. Según las mismas fuentes, “si encontramos un hilo (de investigación), tiramos de él”. Hay que tener en cuenta que la Guardia Civil estuvo cerca de un año y medio muy implicada en la ‘Operación Oculta’ y ahora cada “hilo” o pista que se pueda aportar para encontrar alguna madre biológica se comunica inmediatamente al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Melilla para dirigir las pesquisas.
No se investiga con la misma intensidad que antes, pero ello no significa que se le dé la espalda al caso. La línea de teléfono sigue abierta y los investigadores mantienen la esperanza para llegar al fondo del caso. Hace algunos meses el juez de Instrucción número 2 de Melilla, Emilio Lamo de Espinosa, hacía un llamamiento público en busca de la colaboración ciudadana, aquí en Melilla y en los alrededores, para hallar “la pieza que falta en el puzzle”.
El hecho de poder localizar a una madre biológica que afirme o pruebe que fue engañada para entregar a su bebé o que se lo compraron cerraría el ciclo de la trama, o bien que uno de los imputados reconociera los hechos. En definitiva, lo que se busca es determinar cómo se hacía la compra–venta de los bebés, pues ahora el ‘modus operandi’ de esta trama es meramente testimonial.
La Guardia Civil tiene constancia de la compraventa de hasta 42 bebés en Melilla y Marruecos entre 1979 y 1985. A los imputados se les acusa de presuntos delitos de suposición de parto, alteración de la paternidad, detención ilegal y falsificación de documentos públicos. Una parte de la organización captaba familias adineradas en la península sin hijos y otra, en Melilla y Marruecos, se encargada de localizar a mujeres en avanzado estado de gestación y conseguir que entregaran al bebé.

Los niños robados ‘buscan’ respuestas en Europa

El abogado español y presidente de la Asociación SOS Bebés Robados, Enrique Vila, presentó esta semana ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos la primera denuncia por un caso de bebé robado, después de que el asunto haya llegado hasta el Constitucional y fuera archivado por prescripción de delito. Es el primer caso de bebés robados que había sido resuelto por el Constitucional y el primero que llega al citado tribunal europeo. La denuncia tiene origen en el nacimiento de una niña en el Hospital Civil de Málaga el 12 de octubre de 1964. La hermana de esta niña defiende que ninguno de sus familiares vio el cuerpo del bebé supuestamente fallecido y que no consta documentación alguna sobre su defunción y circunstancias en las que se produjo el enterramiento, de forma que no se puede acreditar el fallecimiento.
El asunto pasó por los Juzgados de Instrucción de Málaga, la Audiencia Provincial y el Constitucional con sucesivos archivos por prescripción de los delitos y, en el caso de esta última instancia, por defecto formal, “incluso con el reconocimiento de los delitos de suposición de parto y detención ilegal”.
"Ningún tribunal, tampoco el Constitucional, ha entrado en el fondo del asunto, por eso alegamos ante el Europeo de Derechos Humanos la falta de recursos efectivos, la nula protección jurisdiccional de mi cliente y la falta de tutela judicial efectiva", señaló Vila.
En opinión de este abogado, el Estado español “debe actuar en un asunto tan grave como el de los bebés robados y tiene que hacerlo a través de los tribunales para defender el derecho que tienen estas personas a unirse a sus familiares”. Por este motivo, en la citada denuncia se reclama el pago de una indemnización de 15.000 euros anuales y otros mil diarios mientras los tribunales españoles no reabran el caso.