El presidente de Melilla definió la Carta Magna como “el mejor instrumento político” para vivir en paz y democracia · Aseguró que estos principios están amenazados “por intereses e interesados”.
Los melillenses se dieron cita en la jornada de ayer en la Plaza de España para conmemorar el 34 aniversario de la Constitución española. No faltaron a la cita los principales responsables políticos de la ciudad autónoma, encabezados por el presidente del Ejecutivo local, Juan José Imbroda, y el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani. También estuvieron presentes los diputados de la oposición, el parlamentario a Cortes por Melilla, Antonio Gutiérrez, y el comandante general, Álvaro de la Peña, entre otros dirigentes locales.
Fue el presidente autonómico, Juan José Imbroda, el encargado de dirigirse a los melillenses congregados en torno al monolito que homenajea a la Carta Magna de 1978. El mandatario melillense centró su buena parte de su discurso en dos aspectos fundamentales: El terrorismo y la crisis económica.
Imbroda no dudó en calificar a la Constitución como “la mejor herramienta de la que disponen los españoles para vivir en paz y de manera democrática”. Asimismo, indicó que han sido “muchos años” de caminar bajo el paraguas de la Carta Magna, tiempo en el que los ciudadanos “han tenido que hacer frente a buen número de vicisitudes”, como es el caso de “la infame actuación” de la banda terrorista ETA, organización que parece “casi vencida, aunque no rendida”.
El presidente autonómico resaltó que siempre habrá que tener en cuenta a la víctimas de esta barbarie a la hora de tomar decisiones. Además, aplaudió la labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en su lucha contra la banda armada. “Es de justicia que se les rinda homenaje”, aseveró.
También aludió a otros problemas surgidos, no por defecto del texto constitucional, sino a causa de “la ambición, la torpeza o los errores” de cargos públicos. “Los principios básicos de la Carta Magna están siendo agredidos por los que han hecho de sus responsabilidades un ejemplo de filibusterismo basado en una falsa y pretendida superioridad moral”, apuntilló.
La actual crisis económica que sufre el país también tuvo un hueco en el discurso del presidente de Melilla. En concreto, reseñó que obliga a tomar decisiones “ante políticas desviadas que no cooperaban para el beneficio de los españoles, sino que suponían un lastre”. Asimismo, subrayó que “ya se comienza a vislumbrar” la salida al mal estado financiero de la nación.
Crítica al nacionalismo
La última parte del discurso del presidente Imbroda, estuvo centrada en las aspiraciones separatistas que defienden algunas autonomías. Así, subrayó que “hay que tomar medidas que reconduzcan un sistema autonómico desbocado y que intensifiquen y aclaren los objetivos comunes de nuestro desarrollo y cohesión social y económico”.
En la misma línea, reclamó la “racionalización y centralización” de la toma de decisiones con el fin de “sacar España adelante”. En pocas palabras, “hay que poner orden donde no lo ha habido”, aseguró.
Como colofón, al presidente autonómico no le restó más que pedir al público dos ‘vivas’, uno por la Constitución y otro por España.
Desde inmigrantes del CETI a defensores de la libertad sexual.
Decenas de melillenses se congregaron en torno al monolito que homenajea a la Carta Magna de 1978 para asistir a los actos que conmemoraron la aprobación de dicho texto. Además de las principales autoridades políticas y militares de la ciudad autónoma, acudieron ciudadanos de todas las edades y condiciones sociales.
Mientras Imbroda pronunciaba su discurso, ondearon entre el público varias banderas con los colores del arcoíris, símbolo internacional del movimiento homosexual.
También se acercaron a escuchar el discurso varios residentes del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) y algunos de los de los niños participantes en el concurso ‘¿Qué es la Constitución para ti?’.
Y es que, como señaló el presidente autonómico en su discurso, Melilla “es un ejemplo de pluralidad”, elemento que sirve “para unir a todos los ciudadanos, independientemente de sus creencias, bajo un mismo manto constitucional”.
“Que esta unión signifique que hay un objetivo común, sin importar nuestras entidades culturales”, concluyó el presidente autonómico.