El principal partido de la oposición, Coalición por Melilla (CpM) señaló ayer que es “inaudito” que el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de la ciudad se encuentre con unos niveles de población que duplican su capacidad máxima, tal y como publicó El Faro en su edición de ayer. Hay que recordar que en dichas instalaciones residen actualmente unas 985 personas, según los datos que la Delegación del Gobierno proporcionó a este periódico. El centro fue construido pensando en albergar a 480 inmigrantes como máximo.
El diputado cepemista Hassan Mohatar manifestó en la jornada de ayer a los medios de comunicación que es “inadmisible” que el centro se encuentre en dicha situación y reclamó a la administración local y a la central que tomen medidas. El dirigente de CpM subrayó que los inmigrantes se encuentran “hacinados” en dichas instalaciones y recordó que allí viven casi 200 familias. “Lo que está ocurriendo allí es insoportable, resulta increíble que permitan que esté en esas condiciones”, criticó. Asimismo, Mohatar recalcó que en el interior del centro hay “tensiones” entre distintos colectivos de inmigrantes que pueden derivar en incidentes.
En este sentido, hay que recordar que existen enfrentamientos entre los grupos más numerosos del CETI; los argelinos y los sirios. Estos últimos se trasladaron hace una semana a la Plaza de España para exigir su salida a la península y señalaron que tenían problemas de convivencia con los argelinos en el centro. Ayer abandonaron su protesta, pues Delegación les anunció que estudiarán su salida de Melilla.
Por otro lado, Mohatar subrayó que actualmente se hacen cargo de estas instalaciones siete guardias de seguridad, una cifra que, a su juicio, se antoja insuficiente para controlar a casi un millar de inmigrantes. Además, recalcó que estos profesionales “están cobrando tarde”, en referencia a los problemas que atraviesa la empresa Serramar, lo cual agrava aún más la situación.
Una solución
“Necesitamos soluciones. Éste no es un problema de Melilla, sino de España y de toda la Unión Europea (UE)”, reprochó el diputado de CpM, quien demandó a Bruselas que destine más ayudas a la ciudad autónoma para mejorar las condiciones de vida de los inmigrantes, no únicamente en el CETI de la ciudad autónoma, sino también en Marruecos. En este aspecto, recordó que su formación política ha demandando en numerosas ocasiones la creación de unas instalaciones similares al CETI en el país vecino para acoger a los cientos de inmigrantes que se encuentran en el Gurugú a la espera de una oportunidad para entrar en Melilla de forma ilegal.
Recomendaciones del relator
Por otro lado, el diputado de CpM consideró que poco se ha hecho a raíz de las recomendaciones realizadas en junio del pasado año por el relator especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Mutuma Ruteere, quien redactó en un informe las conclusiones de su visita a España, en la que pasó por Melilla el día 22 de enero. En este documento, Ruteere lamentó que en España se aplique una gestión de solicitudes de asilo distinta en las dos ciudades autónomas y en la península. Asimismo, el relator aconsejó que se mejoraran las condiciones de los CETIs de Melilla y Ceuta, especialmente en el caso de nuestra ciudad, donde se produce un problema de “hacinamiento”.
En este sentido, Mohatar defendió que todo tiene unos cauces legales que hay que respetar, aunque señaló que es incomprensible que haya que realizar tantos trámites burocráticos para que los inmigrantes sean trasladados a la península, como ocurre en el caso de los sirios, que el pasado viernes iniciaron una protesta en la Plaza de España para exigir su salida de Melilla.
El diputado de CpM señaló que imágenes como la del campamento que estuvo una semana montado en esta céntrica plaza “no le han gustado a nadie”, habida cuenta de que hay mujeres y niños que cada noche duermen a la intemperie en tiendas de campaña. “No es la imagen correcta que debe ofrecer esta ciudad”, apuntilló. Por último, reclamó más recursos para impedir entradas irregulares de inmigrantes como la que tuvo lugar el pasado 31 de diciembre, cuando cuatro subsaharianos se saltaron los controles policiales de Beni Enzar en motocicleta.