La escuadra del Club Melilla Baloncesto llegaba a la pista del Peñas de Huesa con ganas de quitarse lastres después de las últimas derrotas cosechadas.
El primero, el de las dos jornadas consecutivas sin ganar, que aunque desde el club se desecharan las urgencias, empezaban a pesar en la moral del vestuario. Y después, el de borrar la consideración de escenario maldito del parqué oscense, donde los melillenses no sabían lo que era ganar desde la temporada 2011/2012, pero finalmente fueron capaces de romper esta está estadística con el triunfo cosechado a base de mucho trabajo y sacrifico a lo largo de los cuarenta minutos que duró el choque.
Y no sin sufrimiento, al final esos fantasmas se quedaron junto a la intensa niebla que marcaba la noche en Huesca. Para ello, el Melilla tuvo que aplicarse en un último cuarto de locura, en el que los oscenses llegaron a ponerse por delante, pese a que lo visto sobre la pista hasta el momento pareciera conducir a una clara victoria de los de Alcoba.
Los locales salieron algo más intensos a la cancha del Palacio de los Deportes, lo que pronto se tradujo en sus primeras rentas a su favor. Los de Quim Costa imponían un ritmo alto y el Melilla lo acusaba, condenándose a ir detrás en el marcador en los primeros compases. Pero la diferencia local no llegó a sobrepasar los tres puntos y los visitantes tuvieron hasta en dos ocasiones balón para empatar, pero acabaron viendo como el Peñas se reponía para cerrar los primeros 10 minutos con un 22-17, gracias a un triple de Cristian Díaz.
Hasta allí llegó el poderío local antes del descanso, pues el Peñas prácticamente desapareció del encuentro en el segundo cuarto, cerrando este periodo con únicamente 4 puntos, víctima de sus errores propios. Así, sin excesivo esfuerzo, el Melilla logró darle la vuelta al marcador cuando todavía no se había llegado al ecuador del segundo cuarto (24-25). A partir de allí y hasta el descanso, el encuentro fue un suma y sigue para los de Alejandro Alcoba, que permitió que todos los jugadores melillenses estrenaran su casillero anotador. Aún así, los equipos se fueron al vestuario con un 26-31 que dejaba el encuentro abierto, pese a la superioridad melillense del periodo.
La reanudación igualó las fuerzas, pese a que Zengotitabengoa insistía desde detrás de la línea de triples, y permitía a su equipo seguir por delante. Llegaron a colocarse los de Costa a dos puntos, pero un polémico 2+1 a favor del Melilla volvió a dar alas a los visitantes, apoyados en un par de internadas al aro de Sonseca para poner el 40-46. Seis puntos consecutivos de Eloy Almazán y dos de Sonseca sellaron posibles temores de cara al último cuarto, ya que solo un triple sobre la bocina del Peñas impidió que estos se fueran más de diez puntos abajo en el marcador.
Empezaron los diez minutos definitivos con un nuevo triple de Cristian Díaz, que emergía entre sus compañeros para meter el miedo en el cuerpo al Melilla, colocando un 50-54 en la siguiente acción, que se convertiría en empate a 54 un minuto después. A continuación, una mala conexión de Edwars con Sonseca debajo del aro a punto estuvo de costarle al Melilla un marcador adverso en el minuto más crítico del partido, pero el juego entró en un tramo de ritmo frenético e imprecisiones en ambos lados de la cancha que dejó el partido en tablas durante un minuto. Un triple de Almazán dio el mando a los melillenses, pero a cinco minutos del final, el encuentro estaba roto.
El Melilla consiguió decantar entonces la igualada contienda, apelando a su mayor veteranía, que hizo que no les temblara el pulso en los últimos y decisivos balones, especialmente desde la línea de tiros libres, desde donde alfombraron el 62-71 final. Ahora toca pensar en el próximo encuentro de liga, para hacer bueno este triunfo que será en la tarde del próximo domingo a partir de las 19:00 horas, en el pabellón Javier Imbroda frente a la escuadra del Prat Joventut.