Correos ha emitido hoy un sello dedicado a Lucía Sánchez Saornil, poetisa ultraista, periodista, escritora, sindicalista, telefonista, anarquista, activista LGTBI y, sobre todo, mujer feminista. Fundadora de la organización Mujeres Libres, Sánchez Saornil defendió siempre que la emancipación de la mujer no podía ser secundaria a la lucha de clases y que la liberación de las mujeres debía empezar en su propia casa.
Lucía Sánchez Saornil (Madrid, 1895 – Valencia, 1970) provenía de una familia humilde. Perdió muy joven a su madre por lo que sus primeros años se educó en un colegio para huérfanos. Pese a los pocos recursos de su familia, Lucía tuvo acceso a una pequeña biblioteca y un archivo de pasquines propiedad de su padre, que sin duda marcarían su vida. Primero fue la poesía. Con 18 años publica su primer poema y dos años más tarde, su producción regular. Paralelamente trabajaba de telefonista en Telefónica y también estudió en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, dónde siguió los movimientos vanguardistas, en particular el ultraísmo.
Tras 15 años en la compañía estatal, fue despedida al secundar la huelga de 1931. Pero este no fue el inicio de su militancia política y sindicalista ya que desde la década de los años 20 formaba parte del movimiento anarcosindicalista, una lucha por los derechos laborales de los trabajadores que, antes del despido, le acarreó un traslado a Valencia donde se afilió a la CNT (Confederación Nacional del Trabajo) y pasó a hacerse cargo del periódico del sindicato.
En sus escritos tanto en el periódico de la CNT, como en otros como Tierra y Libertad, Solidaridad Obrera o Revista Blanca, se desprende una preocupación por las condiciones de vida de las mujeres. En este sentido, reivindicó la necesidad de la emancipación de estas y que su lucha no podía ser secundaria a la de la lucha obrera. Utilizó el seudónimo literario “Luciano de San-Saor”, y los periodísticos “La Compañera X”, “Vigía”, “Un Confederado”, “El Observador” en la prensa anarcosindicalista de los años treinta. En abril de 1936, creó junto con Mercedes Comaposada y Amparo Poch Gascón la revista y la organización Mujeres Libres a la que se unieron más de 20.000 mujeres en pleno inicio de la Guerra Civil.
Talleres, charlas y apoyo mutuo fueron algunas de las actividades que realizaron poniendo en cuestión en todas ellas las mismas raíces del patriarcado: desde la figura del matrimonio, la maternidad obligatoria, el género, los derechos reproductivos, la prostitución, las profesiones masculinizadas, etc. Sánchez Saornil ideó, a su vez, las llamadas brigadas femeninas de trabajo, que eran mujeres que sustituían la mano de obra masculina imprescindible para el funcionamiento de la ciudad mientras se llevaban a cabo las batallas en el frente.
Lucía Sánchez Saornil se unió a la lucha antifascista y viajó a Valencia con el bando republicano. Allí fue nombrada secretaria nacional de todas las agrupaciones de Mujeres Libres y redactora jefa del periódico Umbral. En 1937 también se hizo cargo de la secretaría general de la sección española de Solidaridad Internacional Antifascista (SIA). Ese mismo año conoció en Valencia a América Barroso, quien sería su compañera sentimental hasta su fallecimiento. Con ella huyó a Francia y vivieron juntas en París hasta que la invasión nazi les hizo temer por su vida y, ante la posibilidad de ser recluidas en un campo de concentración, volvieron de manera clandestina a España, lo que la condenaba a vivir en el anonimato. Al ser una persona reconocida en Madrid, decidieron marcharse a Valencia, donde la pintura y la poesía volvieron a ser una salvación para Sánchez Saornil, que murió a los 74 años de cáncer.
Poco después de su muerte, ya en democracia, Mujeres Libres resurge y lleva a cabo un reconocimiento público de la figura de las fundadoras y de su pensamiento. Sánchez Saornil defendía que las mujeres sufrían una doble explotación: como ser humano ante el capitalismo y como mujer ante el hombre. Defendió el amor libre frente a la institución tradicional de la mujer y que la maternidad solo era una opción para la mujer, no un fin. “Para un anarquista, antes que el trabajador, está el hombre, antes que la madre debe estar la mujer”, decía en la revista Solidad Obrera. Su obra ha sido recopilada y publicada de forma póstuma.
A los sellos dedicados a Clara Campoamor, Isabel Zendal, Almudena Grandes, Dolors Aleu, Concepción Arenal, Elidà Amigó, María Blanchard, Luisa Roldán (La Roldana), Maruja Mallo, María de Maeztu, Elena Fortún dentro de la colección #8MTodoElAño, se une ahora el de Lucía Sánchez Saornil.
Todos los sellos de esta serie han sido diseñados por la artista Isa Muguruza, ilustradora española capaz de crear un universo único que empodera, mediante el arte, la figura de la mujer; una oda a la energía y al cuerpo femenino representado a través de un estilo que mezcla el realismo, la psicodelia y lo metafísico.
El sello dedicado a Sánchez Saornil se puede adquirir en las oficinas de Correos, a través de Correos Market, contactando con el Servicio Filatélico en el e-mail data-original-string="Xsdc44QCeNQy8vd5UTt7cg==5fazhQ1+N35rHuO1+lZSro8Y/r/2ARIGKhzHU7RYtfJOwA=" class="apbct-email-encoder" title="Este contacto ha sido codificado por Anti-Spam by CleanTalk. Haz clic para decodificar. Para finalizar la decodificación, asegúrate de que JavaScript está activado en tu navegador."> at*****************@co*****.com
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