Aprender a convivir con el coronavirus es parte de la nueva normalidad. El uso obligatorio de la mascarilla, siempre que no se respete la distancia de seguridad, probablemente se extienda hasta el próximo año porque el covid sigue contagiando y afectando a cientos de personas en el país.
Melilla, que sale tarde de la quinta ola con respecto al resto del país, sigue su desescalada y flexibiliza aún más las medidas de prevención. La hostelería, después de largos meses, no tendrá límites en el número de comensales por mesa y también se levantan las limitaciones horarias que han cumplido por un largo periodo de tiempo.
El aforo interior se mantendrá en 75 por ciento en este sector, pues la persona se debe retirar la mascarilla para comer o beber, pero se mantiene en un 100 por ciento en exteriores.
El levantar las restricciones de horario también afectan al sector de ocio nocturno, pero se mantiene la prohibición del uso de pistas de baile, por lo que aún no regresan a la normalidad como la conocíamos.
La nueva normalidad llega a Melilla. Otra pista de esta “normalidad” con mascarillas es que el Centro de Social de Mayores de la ciudad retoma su actividad pre-pandemia con la reactivación de talleres, así como de la cafetería del centro. Y hay previsión de activar más servicios el noviembre.
Melilla tiene 52 casos activos y una incidencia acumulada en los últimos 14 días que sitúa a la ciudad en un escenario de “riesgo bajo”. Para que esta “normalidad” se mantenga es necesaria la colaboración y responsabilidad ciudadana, usando la mascarilla en interiores y en espacios al aire libre cuando no se respete la distancia de seguridad.
Pero también que quien no se haya vacunado contra el coronavirus lo haga para conseguir la inmunidad de grupo y alcanzar a más personas protegidas del covid. La normalidad está a la vuelta de la esquina, es momento de ser más prudentes y precavidos para no volver a dar pasos atrás en la lucha contra este virus.