Considera que se da por hecho que los imputados son “chorizos y ladrones” l Confiesa que el primer impulso es “tirar la toalla”, pero ello supondría “una victoria para los partidos que quieren derrocar al Gobierno local”.
“El primer impulso ante esta situación es tirar la toalla, pero eso supondría una victoria para los que quieren derribar al Gobierno local”. Así lo afirmó en la jornada de ayer Daniel Conesa, consejero de Economía, uno de los tres dirigentes del Ejecutivo autonómico que han sido llamados a declarar por el Juzgado de Instrucción número 4 de Melilla en el marco de la denominada ‘Operación Tosca’.
Conesa, en declaraciones realizadas a los medios de comunicación, apuntó que lo único que conoce sobre su situación es que el pasado martes la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil le entregó una citación judicial en la que se le informaba de que estaba imputado por presuntos delitos contra la administración pública. “Mi abogado se puso en contacto con el Juzgado y les confirmó que había recibido esta citación. Le contestaron que ya me llamarán”, abundó.
El consejero señaló que desconoce si este es el procedimiento habitual en este tipo de casos. “Me llama bastante la atención esta forma proceder. No sé si es la más correcta en estas situaciones”, agregó. En este sentido, aseguró que no conoce más sobre las acusaciones que pesan sobre él y defendió que lo peor de todo “es la condena pública” a causa de la imputación.
Una situación “endiablada”
“El desprestigio ya no nos lo quita nadie (los imputados). Es lo que se llama la ‘pena de telediario’. Parece que por la imputación la gente empieza a pensar cosas como ‘algo habrá hecho para estar así’ ó ‘es un ladrón’. Es una situación muy complicada”, lamentó.
Asimismo, recalcó que se encuentra en una “encrucijada endiablada”, pues consideró que en el caso de que dimitiera por su imputación, la opinión pública pensaría que su decisión se debe a que realmente ha cometido un delito, mientras que si permanece en el cargo, también recibiría críticas.
“El primer impulso es el de tirar la toalla. Uno se pregunta si merece la pena estar así. Si me marcho, sería una victoria para los que quieren derribar al Ejecutivo local”, explicó. Por si quedaba algún atisbo de duda, subrayó que seguirá en su puesto. “Estaré aquí mientras el presidente Juan José Imbroda confíe en mí”, afirmó.
De este modo, recalcó que está a la espera de que el juez le llame a declarar, con la conciencia “limpia y tranquila” y dispuesto a aclarar cuanto antes lo ocurrido. En cuanto a la supuesta “concertación previa” entre funcionarios y empresarios en los procesos de contratación pública, aseguró que “en su vida ha amañado ni tan siquiera jugando al parchís”, algo que hizo extensible a sus compañeros de la Ciudad Autónoma.
En la misma línea, consideró que la actuación de la Justicia parece “una causa general, para ver qué pillan”. Eso sí, posteriormente manifestó que “no inculpa ni responsabiliza a nadie de esta situación”.
¿Y el ladrón?
“¿Cuántos registros más hacen falta? Al ladrón, entre comillas, no lo van a encontrar, sencillamente porque aquí no hay ninguno”, defendió. Hay que recordar que las primeras intervenciones de la UCO en la ‘Operación Ópera’, de la que deriva la ‘Tosca’, tuvieron lugar en 2013. “Se están produciendo detenciones injustificadas”, añadió, indicando concretamente el caso de la gerente de Promesa, Cristina Gorgé, y de un funcionario de esta empresa pública.
“¿Realmente hacía falta arrestarlos? ¿No era mejor mandarles una citación judicial?”, agregó. Asimismo, apuntó que estas dos personas son “profesionales como la copa de un pino, al igual que todos los trabajadores de la Ciudad Autónoma, en cuya honestidad confiamos absolutamente”.
Además, reconoció que, en su caso particular, sabe más o menos “por dónde van los tiros”, aunque optó por no entrar en especulaciones y esperar a que el juez le llame a declarar.
Por último, pidió que exista un “proceso intermedio”, donde un juez pueda llamar para que se declare y, si posteriormente se ven indicios de delito, se proceda a la imputación, algo que no está sucediendo, ya que, asegura, el ha sido imputado “sin el más mínimo indicio serio”. “Se ha pervertido la figura de la imputación, ya que cuando se produce se da por hecho que eres un chorizo o un ladrón”, concluyó.