El PP afirma que Aberchán intentó no sacar adelante los cambios de partidas ante "el horror" de Liarte

El vicesecretario de Estrategia y Política Económica del PP de Melilla, Daniel Conesa, aseguró este lunes que el Gobierno local es un Ejecutivo de “cachondeo” y “esperpéntico” en relación a lo sucedido solo la última semana, puesto que dijo que si se ampliaban los días es un Gobierno “de vergüenza”. Destacó esto tras lo sucedido en los dos últimos plenos que hubo el miércoles y el viernes, cuando los partidos que sustentan al Ejecutivo, CpM y PSOE, votaron con una abstención a varios asuntos que llevó el consejero de Hacienda, Julio Liarte, al debate de la Asamblea. De hecho, Conesa comentó que esta actitud, que asegura no comprender, viene de más atrás. Indicó que en la Comisión de Hacienda en la que se abordaron todos los temas económicos que se trataron el miércoles pasado pudo ver la cara de “horror de Liarte” cuando el presidente de CpM, Mustafa Aberchán, pidió que se quedaran todo esos asuntos sobre mesa.

Y es que entre esos temas estaba, por ejemplo, el reconocimiento extrajudicial de crédito o la llamada cuenta 413 para el pago de facturas pendientes y también cambios en partidas que el Gobierno local pedía para financiar la Consejería de Presidencia. También estaba el tema de aprobar que 10 millones de euros fueran del superávit a las inversiones financieras sostenibles.

Conesa destacó que si no llega a ser por la “actitud responsable” del PP, no se hubiera sacado adelante el pago de esas facturas, porque hubo abstenciones en CpM y en PSOE.

Y si no hubieran votado que sí a la financiación de proyectos con inversiones financieras sostenibles, ahora ni la Consejería de Medio Ambiente ni la de Infraestructuras contarían con 10 millones de euros para destinar a diferentes actuaciones en la ciudad. El popular dijo que su partido iba a votar a favor porque gracias al PP se cuenta con ese dinero extra para hacer nuevas intervenciones, pero lamentó que CpM se abstuviera.

Pero Conesa fue más allá y dijo que “no tiene parangón” que sean los consejeros de CpM los que defiendan que se van a realizar un gran número de proyectos con este dinero y luego su partido se abstenga en esa votación. “La ardua defensa”, como calificó el popular, de las intervenciones de los cepemistas de a donde irán las inversiones financieras sostenibles tuvo la respuesta de una abstención por parte del líder de CpM, añadió el vicesecretario de Estrategia del PP de Melilla.

Denuncia en los juzgados

Otro hecho que fue criticado por Conesa fueron las declaraciones del consejero de Infraestructuras, Rachid Bussian, sobre que al diputado Manuel Ángel Quevedo no le gustaban determinados proyectos escogidos por el Gobierno local porque no estaban realizados por un gabinete de arquitectura que le resultaba familiar.

El popular calificó estas afirmaciones de Bussian como “insinuaciones calumniosas”. Subrayó que el PP no las va a dejar pasar y que Quevedo ya ha solicitado el acta del pleno para llevar este asunto a los juzgados.

Conesa invitó a Bussian a dedicarse a gestionar y dejar de ser tan “deslenguado”porque insistió en que los populares no van a permitir este tipo de insinuaciones.

Un pleno urgente

El miércoles en el que se llevó a cabo este pleno hubo una reunión de la mesa, entre el presidente de la Ciudad, Eduardo de Castro; la vicepresidenta primera, Dunia Almansouri; y Conesa antes del inicio de la sesión en la que De Castro explicó la necesidad de convocar un pleno urgente para viernes. Necesitaba el Gobierno local aprobar las cuentas de 2018 para poder enviarlas a tiempo al Tribunal de Cuentas. Conesa dijo que contaba con los votos del PP porque eran presupuestos del anterior Gobierno y que no tenía problemas en que acordaran ya ahí esta convocatoria de urgencia.

Por ello, el popular reconoció que protestó cuando el viernes, al votar si se quería celebrar esta reunión urgente, CpM y PSOE se abstuvieron. “Fue la repanocha”, remarcó Conesa.

Las cuentas

El popular dijo que si el PP no vota a favor, no se hubiera celebrado el pleno. Luego para aprobar las cuentas solo se contó con los votos del PP, por lo que si se hubieran abstenido, el Gobierno local no podría haber enviado los documentos y sería su responsabilidad.