Deberá pagar una multa de 6.000 euros, pero no ingresará en prisión por no tener antecedentes
Un joven fue condenado ayer a un año de cárcel como autor de un delito contra la salud pública, consistente en tráfico de drogas. El acusado fue detenido en el puerto tras serle halladas, durante un cacheo, varias tabletas de hachís que ocultaba en sus zapatillas. La droga aprehendida sumaba 495 gramos. El suceso ocurrió el 14 de enero del año pasado, cuando el inculpado se encontraba en el puerto con el fin de embarcarse en un buque hacia Málaga. Según explicó la magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla, en el control, un agente de la Guardia Civil le preguntó al joven si “tenía algo que declarar”, a lo que éste respondió que no. Sin embargo, el individuo despertó las sospechas del guardia, quien procedió a registrarlo. Así, le encontró las sustancias estupefacientes, que pretendía distribuir en la península, ocultas en su calzado. Tasación de la droga La droga aprehendida estaba valorada en 3.004,65 euros, indicó la juez. La titular del Penal 2 señaló que el Ministerio Fiscal suele reclamar una multa pecuniaria que suponga el doble del valor de las sustancias incautadas, que en este caso es de 6.000 euros. La abogada del acusado alcanzó un acuerdo de conformidad con la fiscal consistente en que si el individuo reconocía su culpa, se le aplicaría la pena menor en grado. De esta forma, la sentencia fue de un año de cárcel, al que hay que sumar la citada multa de 6.000 euros. Al no tener antecedentes penales, el condenado podrá librarse de ingresar en prisión, puesto que la legislación vigente así lo permite siempre que la sentencia impuesta sea inferior a dos años de encarcelamiento. No obstante, la magistrada le recordó que, si dentro de un plazo de dos años comete otro delito, sí sería recluido. Lo mismo le ocurrirá si no abona la sanción pecuniaria impuesta, algo de lo que no quedará eximido en modo alguno.