La Navidad en Melilla ha tenido un toque especial este año gracias a “Chispas y Dinosaurio: Salvando la Navidad”, una obra de teatro infantil que no solo ofreció diversión, sino que también ha transmitido importantes valores a su público. Esta producción, dirigida y escrita por el experimentado Álvaro Sola, ha dejado una huella imborrable en los corazones de los asistentes, consolidándose como uno de los eventos más entrañables de la temporada.
La historia de “Chispas y Dinosaurio” sigue a Chispas, una joven valiente que, a pesar de haber nacido sin una pierna, demuestra que ninguna circunstancia puede impedirle cumplir sus metas. En esta aventura, Chispas y su inseparable amigo, Dinosaurio, se enfrentan al malvado Doctor Renio, un villano millonario decidido a arruinar la Navidad.
El Doctor Renio planeaba robar los regalos de Papá Noel y los Reyes Magos para sustituirlos por los juguetes de su empresa, Oiner Toys, mientras intentaba capturar a Dinosaurio para clonarlo y vender réplicas a los niños de todo el mundo. Sin embargo, Chispas, Dinosaurio y los niños de Melilla unieron fuerzas para frustrar sus malvados planes y salvar la Navidad.
Con una narrativa llena de acción, humor y momentos conmovedores, la obra ha logrado mantener al público infantil y adulto completamente cautivado. Los pequeños no solo han disfrutado de una historia vibrante, sino que también han interiorizado un mensaje claro: la importancia de la unidad y la colaboración para superar los desafíos.
Uno de los grandes aciertos de esta obra ha sido el personaje de Dinosaurio, un dinosaurio de la época jurásica cuyo huevo fue encontrado tras un cambio climático. Este peculiar compañero de Chispas se ha convertido en un símbolo de alegría y esperanza para los niños, especialmente en esta entrega navideña, donde incluso apareció vestido de Papá Noel.
“Dinosaurio es el toque mágico que necesitaba la historia. Es gracioso, entrañable y conecta de inmediato con el público más pequeño”, explica Álvaro Sola.
Aunque la obra está diseñada para entretener, uno de sus mayores logros es la capacidad de transmitir mensajes educativos y valores fundamentales. Álvaro Sola buscó que “Chispas y Dinosaurio” inspirara a los niños a creer en sí mismos y a entender que, aunque pequeños, pueden hacer grandes cosas.
“Quiero que los niños comprendan que no son meros espectadores en este mundo, sino que tienen la capacidad de tomar decisiones, colaborar y marcar la diferencia”, comenta el director.
La ambientación navideña ha sido otro punto fuerte de la obra. Desde los decorados llenos de luces y colores hasta las escenas en las que Dinosaurio se vistió de Papá Noel, cada elemento ha contribuido a crear una atmósfera mágica que ha transportado al público al corazón de la Navidad.
La historia no solo ha resaltado la importancia de estas fiestas, sino que también ha reforzado la idea de compartir y cuidar de los demás, especialmente en un momento del año donde el espíritu de unidad cobra mayor relevancia.
“Chispas y Dinosaurio: Salvando la Navidad” es parte de un proyecto más amplio. La obra es la segunda entrega de una saga que busca acompañar a los niños con historias temáticas a lo largo del año. La primera, ambientada en Halloween, fue un éxito rotundo, y ya están en preparación nuevas aventuras para Pascua con temáticas ambientales.
“La idea es que estos personajes crezcan con los niños, que se conviertan en referentes de historias que divierten y educan al mismo tiempo”, asegura Álvaro Sola.
Uno de los aspectos más destacados de la producción ha sido la música original. Las canciones, compuestas por el propio Álvaro Sola y Ana Belén Vallejo —quien interpreta a Chispas—, fueron interpretadas en directo, añadiendo un toque especial a la experiencia.
El éxito de esta obra no hubiera sido posible sin el esfuerzo y la dedicación del equipo. Con más de 20 años de experiencia en teatro infantil, Álvaro Sola lideró un proceso creativo en el que cada miembro aportó su talento y pasión. “La relación entre el equipo ha sido excepcional. Nos llevamos muy bien y eso se refleja en el resultado final. Todo salió según lo planeado, y fue un proceso cómodo y enriquecedor”, comenta el director.
Aunque la obra no tendrá nuevas funciones, quienes asistieron coinciden en que fue una experiencia inolvidable. Padres y niños salieron de la función con una sonrisa, sino también con un mensaje claro: la magia de la Navidad reside en el poder de la unión, la solidaridad y la esperanza.
Si bien este capítulo navideño ha llegado a su fin, los personajes de Chispas y Dinosaurio prometen regresar con nuevas historias cargadas de valores y diversión. La próxima entrega, prevista para Pascua, será otra oportunidad para que los niños se reencuentren con estos entrañables amigos y sigan aprendiendo mientras se divierten.