Los musulmanes melillenses llenaron la explanada de La Legión que se quedó pequeña debido a la gran afluencia de creyentes l El imán invita a celebrar con alegría el fin del mes de Ramadán
Fue, sin duda, uno de los rezos más multitudinarios que ha organizado la Comunidad Islámica de Melilla (CIM). Entre 10.000 y 12.000 personas, según la organización, asistieron ayer a esta oración en la explanada de La Legión con motivo de la conmemoración del fin del mes sagrado de Ramadán y la celebración de la Pascua Chica o Aid El Fitr. El presidente de la CIM, Driss Mohamed Amar, aseguró que cada año este espacio se hace más pequeño para el rezo colectivo. Explicó que media hora antes de la oración, los fieles tienen que ponerse de pie para “apretujarse un poco” y dar la posibilidad a más personas de entrar en la zona de las esterillas o del césped, en el caso de las mujeres. Pero añadió que ni con este gesto se logra sacar más hueco para los fieles que llegan más tarde y que tienen que conformarse con poner su alfombra sobre la tierra y la arena de los alrededores de la explanada.
La afluencia masiva de creyentes en el Aid El Fitr es mayor que en el Aid El Kebir porque en la fiesta del sacrificio del cordero muchos musulmanes de Melilla aprovechan para ir al campo o visitar a sus familiares de Marruecos, indicó el presidente de la CIM.
El mensaje del imán
Mohamed Amar destacó que el imán había hecho hincapié en que en esta festividad debe primar la alegría en todos creyentes, a pesar del dolor y el desgarro que sufren miles de familias por las guerras y el hambre.
“Estamos obligados a vivir esa alegría porque vivimos en una sociedad en la que hay que compartir esta parte buena y, además, es una forma de agradecer a Dios este mes de Ramadán”, explicó.
Para el presidente de la CIM, la fiesta de la Pascua Chica significa “recoger el obsequio o el premio que da Dios a quien haya seguido los preceptos de este mes sagrado de Ramadán”, es decir, a quien haya ayudado no sólo en temas de comida, bebida o relaciones sexuales, sino a quien haya tenido paciencia, a quien haya rechazado escuchar conversaciones en las que se critica a una persona y a quien no haya hecho comentarios negativos sobre otros hermanos.
“Es un mes en el que es importante escuchar las cosas trascendentes, las cosas buenas de los amigos, también es necesario meditar y reflexionar sobre la fe y vivirla con alegría, mientras que se comparte lo que se tiene con el resto de la sociedad”, aseveró.
El Aid El Fitr es una fiesta en la que hay que hacer una oración o un ruego a Dios para que haya paz en el mundo y haya concordia, indicó el presidente de la CIM. “Todos somos hermanos en definitiva”, apuntó Mohamed Amar.
Asistir a las mezquitas
Otro de los aspectos que destacó el imán, según Mohamed Amar, fue el dolor que sufren muchas personas en el mundo por las guerras y las miserias, mientras que en Melilla “somos unos afortunados porque vivimos en paz y en sosiego”. Aseveró que aunque hay familias en la ciudad en situaciones de riesgo de exclusión social, no tiene comparación con otras que tienen que emigrar de su tierra por culpa de los conflictos.
Asimismo, el imán deseó que Dios acepte el esfuerzo que han realizado los fieles en el mes de Ramadán. Indicó que se medirá en una balanza si el creyente ha sido sincero a la hora de cumplir con los preceptos del Islam. “Toca dictaminar por Dios si los fieles han sido sinceros, pues es el único que sabe los rincones más oscuros de los corazones de los musulmanes y así verá el valor de cada persona según su fe”, apuntó.
También aseguró Mohamed Amar que el imán hizo hincapié a los fieles de que no dejen de ir a las mezquitas tras la finalización del Ramadán. “Hay quien adora el mes de ayuno en lugar de a Dios y se esfuerza más en Ramadán para asistir a los centros de culto”, aseveró el presidente de la CIM. No obstante, también resaltó que el mes de ayuno es “un vehículo para conocer a Dios y no un medio en sí mismo”. Añadió que muchos musulmanes “se esmeran” más en este mes en sus oraciones y otros que son más débiles son capaces de continuar con el ritmo de la oración durante todo el año escuchando a Dios y cumpliendo con sus designios.
Desde ayer los musulmanes están pendientes de la siguiente fiesta, la Pascua Grande o Aid El Kebir, que se celebrará en unos 40 días, aunque de mes lunar y por ello, será necesario mirar al cielo para comprobar qué día se va a conmemorar esta fiesta en la ciudad.
El ayuno islámico, una herencia del cristianismo
El ayuno islámico es similar al cristiano, explicó el presidente de la CIM. La cuaresma cristina son seis semanas de ayuno de las que se excluye el domingo, por lo que suele sumar un total de 36 días. En el caso de los musulmanes, lo habitual es hacer un mes de ayuno, pero se puede continuar otros seis días. Por lo tanto, Mohamed Amar señaló que el ayuno es una tradición que se hereda de los cristianos. “El Corán recupera una tradición anterior al Islam y esta religión suma la práctica que realizaban los profetas. Tal como fue prescrito a los que os precedieron, se indica en el Corán”, añadió.