El sindicato discute al consejero Quevedo que las multas a la empresa no recaigan en los trabajadores.
Comisiones Obreras cree que la puesta en marcha del control de la limpieza de la ciudad por sistema GPS ha sido “precipitada”. En una nota de prensa, el sindicato aseguró ayer que considera que no se han tenido en cuenta los errores que puedan cometer las máquinas, el desgate del parque de vehículos, las averías constantes o la sobrecarga de trabajo de los empleados de FCC, la empresa que tiene adjudicado el servicio de limpieza pública en Melilla. De esta forma, CCOO contesta al consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, que el pasado miércoles anunció a la prensa local que el sistema de control de los camiones de basura y las máquinas barredoras con GPS ya funciona como proyecto piloto en la ciudad. De ahí que el sindicato manifestara ayer sus “dudas respecto al funcionamiento” de esta tecnología puntera. Además, incidió en la repercusión que la entrada en funcionamiento del control de los camiones de basura y las máquinas barredoras por GPS puede tener sobre la carga de trabajo de los “ya saturados trabajadores”. Aseguró que la desconfianza viene motivada porque con anterioridad esta empresa ya instaló un sistema similar para el control de vehículos y “sus resultados fueron malos”, por los numerosos errores que derivaban en “datos nada fiables”. Además apuntó que el nuevo sistema parte con un parque de vehículos y una maquinaria que, según afirmó en una nota de prensa, “presenta un deterioro generalizado, con averías constantes, con un plazo de reparación largo, con piezas que tienen que venir de la península y con la sobrecarga de trabajo de las máquinas que sustituyen a las averiadas y que a su vez provocan más averías”. Se negó igualmente a aceptar el nuevo sistema, cuyo coste señaló es muy costoso, porque desconfían de que vaya a “funcionar a toda costa, cumpliendo los objetivos y el plan de limpieza previsto”. Expuso que si la maquinaria falla, “las bajas de los trabajadores no se cubren y no se dispone de un plan de trabajo que prevea las posibles eventualidades puntuales que puedan ir surgiendo”. Ello, precisó, supondrá “un mayor esfuerzo por parte de los trabajadores de la empresa para cumplir con dichos objetivos”. CCOO opinó que la puesta en marcha de este sistema “ha sido precipitada” porque no se han tenido en cuenta ciertos aspectos. Sueldo de los trabajadores Respecto a las palabras del consejero, quien defendía que las sanciones a la empresa no pueden influir en los sueldos de los trabajadores, el sindicato precisó que sí “las contabiliza como pérdidas y las pone sobre la mesa a la hora de negociar el Convenio Colectivo”. Sobre este último asunto defendió que Melilla-UTE “pretende negociar a la baja basándose en los resultados empresariales”. Como datos, el sindicato recordó que la empresa, en la ciudad, cuenta con más de un centenar de trabajadores, “que cobran 850 euros al mes, por una jornada completa de lunes a sábado y otro grupo numeroso que trabaja un día a la semana y percibe 120 euros al mes”. Añade que son trabajadores “cuyos contratos se renuevan mes a mes desde hace varios años y a los que no se les ofrece estabilidad en el empleo”. Del mismo modo denunció que la subida salarial desde 2008 “ha sido irrisoria, muy por debajo del IPC anual” y defendió que estos trabajadores “bien merecen participar de la tan nombrada recuperación económica, porque constituyen uno de los servicios esenciales a la comunidad”. Por último, recordó el compromiso de la anterior campaña electoral respecto a que se iba a estudiar la municipalización del servicio de limpieza, una medida que aplaudieron porque repercutiría favorablemente en el servicio y en los trabajadores.