–¿Cómo va a ser su Gobierno?
–Voy a intentar que sea totalmente de consenso, como no puede ser de otra manera. Va a ser un Gobierno con medidas centradas y de progreso, y que va a dialogar con todo el arco político y los agentes sociales. Hay que hablar con todo el mundo y escuchar a todo el mundo. Luego se tomarán las decisiones más oportunas, pero hay que sentarse con todos.
–¿Por dónde va a comenzar? ¿Cómo se empieza a formar un Ejecutivo?
–Se empieza a formar un Gobierno en el momento en que el decreto de nombramiento, que por cierto se negó a firmar el señor Imbroda, llegue a la Casa Real, que lo ratifica y sale en el Boletín Oficial del Estado. Desde ese momento ya se es presidente de hecho, con todos los requisitos habidos y por haber. Lo primero que se hace entonces es firmar los decretos de cese de todos los cargos anteriores. El secretario general de la Ciudad tiene esa encomienda, por lo que posiblemente eso será lo primero que haga. Pero es algo normal, es lo que se hace siempre. Luego se empezará a nombrar a los nuevos cargos y comenzaremos las conversaciones de cómo conformar el Gobierno. Evidentemente, tiene que entender todo el mundo que yo tengo ya perfilado cómo quiero que sea ese Gobierno. Pero, como he dicho que quiero hacer todo por consenso, lo tengo que consensuar con los otros representantes que están en la Asamblea.
–¿Nos puede adelantar algo de esa configuración?
–Voy a intentar que sea una Administración más restringida, con menos consejerías y que en alguna importante haya alguien que no sea de ningún partido; ni de CpM, ni de Ciudadanos ni de PSOE. Quiero algún independiente en un puesto de relevancia con respecto al control de la Administración. Hasta ahí puedo leer.
–¿Cuáles son sus prioridades para la legislatura?
–Formar un Gobierno en ese sentido, reunirme con todos los grupos sociales, entre ellos los empresarios, y, tras esos encuentros primeros, presentarme ante las autoridades, que aunque ya me conocen es protocolario, y empezar a trabajar. No tendré ningún problema en coger el teléfono y llamar para pedir consejo si lo necesito. Incluso al diputado del Partido Popular Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu, que es diputado por Melilla. De hecho, se lo he dicho ya.
Prometo que voy a hacer todo lo posible por encauzar esto. Y si no fuera capaz, me iré”
–¿Qué asuntos son los que más le preocupan?
–El primero, la frontera. El segundo, el comercio. El tercero, sanidad. El cuarto, educación. Y el quinto, que está en todo esto y tiene que ver con el primero, empleo.
–¿Tiene ya alguna propuesta?
–La frontera es una cuestión que no depende de la Ciudad Autónoma, aunque el presidente anterior hablaba de ella como si él pudiera arreglarla, sino que es una competencia del Gobierno de la Nación. Y el Gobierno de la Nación tendrá que poner lo que sea necesario, y me consta que están en ello, para arreglar ese problema. Eso tiene que hacerse con el Gobierno de la Nación y en Bruselas. Le adelanto que con un eurodiputado nuestro ya hablé en su momento, cuando vino aquí, y estaba dispuesto a poner todo de su parte.
–Estamos también pendientes del Ejecutivo central. ¿Está especialmente expectante por las relaciones que tendrá que sentar como presidente de la Ciudad?
–Haya lo que haya, el Gobierno central va a existir siempre. No estoy hablando de colores, sino del Gobierno de la Nación. No estoy hablando del Gobierno del PSOE ni del PP. No, el Gobierno de la Nación es el que toque. Si es el de Ciudadanos, encantado de la vida; como usted comprenderá, sería todo mucho más sencillo. Pero si es el del PSOE, como parece que va a ser, hay que hablar con ellos. Son quienes pueden solucionar esos problemas, por lo que no nos vamos a pelear con quienes tienen en su mano solucionar esto. Lo ideal es que el Gobierno de aquí y el central fueran del mismo color político. También es verdad que lo han sido y no ha valido para nada.
"Esta ciudad no es de nadie; algunos se creían que era suya nada más"
–¿Qué le une a CpM y PSOE, que han apoyado su candidatura?
–Una cosa que me han demostrado y tengo que decir: me une la generosidad. Haber depositado en mí esa confianza, pues no estaban obligados a ello, ya que yo no se la había pedido, y que estoy convencido de que lo hacen porque quieren a esta ciudad como la queremos los demás. Cada uno tiene su óptica, esta ciudad no es de nadie; algunos se creían que era suya nada más. No. Esta ciudad se hace entre todos, sin exclusiones. Todo lo contrario; se hace con inclusiones y respetando la ley. Que la gente no olvide que todos los diputados de la Ciudad juraron o prometieron la Constitución, hacer respetar las leyes, respetar los valores, defender a España... eso es lo que hay y eso es lo que han jurado. Si alguno no hiciera eso, lo tenemos muy fácil. Estarían incumpliendo nuestro juramento y metiéndose en terreno resbaladizo, que se llama Código Penal. No sé por qué la gente se escandaliza, si es que lo ha visto todo el mundo. ¿Quién va a hacer la locura de no cumplir con lo que ha dicho? Al que se le ocurra, que yo no lo creo, tendría que dar explicaciones.
"Melilla está en una situación crítica, muy delicada, y lo que sobra son incendiarios, pirómanos"
–En un día como hoy, ¿qué mensaje le daría a Melilla y al resto de España? Su nombre apareció este fin de semana en no pocos titulares...
–Para España, simplemente, que vean las imágenes, que hablan por sí solas. No voy a calificar yo a absolutamente nadie. Es una prueba del estado en el que está Melilla. Un estado de caos; como dije en campaña, estamos en la UVI. ¿Y un mensaje para los melillenses? Que tengan la completa seguridad de que este presidente va a hacer todo lo que pueda, dada mi capacidad, inteligencia, etcétera, para que ellos se sientan más seguros. Que no les quepa ninguna duda de que yo todo esto lo hago por el bienestar de todos los melillenses. De todos. Y no me va a temblar el pulso ni la mano para tomar decisiones y que eso se lleve a término. Es una promesa, y no me gusta hacer promesas, pero voy a hacerla: prometo a los ciudadanos que voy a hacer todo lo posible por encauzar esto. Y si no fuera capaz, me iré.
–Si tuviera que definir el día de su investidura con una palabra, ¿cuál sería?
–Difícil me lo fiáis... es complicado... Intenso, muy intenso.
–¿Y la legislatura que viene?
–Esperanza.
–¿Y su Presidencia?
–De consenso, de acuerdo; una Presidencia de todos. O para todos.
Gobernar para todos? Acaso los anteriores gobiernos del PP no lo han hecho? El primer delegado del gobierno no cristiano fue nombrado por el PP., en sus listas siempre ha habido cristianos y musulmanes¿. A quien quieren engañar? Para sectarios esos que en muchas ocasiones sólo han presentado listas de un solo colectivo, esos que quieren dar lecciones de democracia no pueden hacerlo, los hechos les delatan, se acuerdan de los empadronamientos masivos de marroquíes, del intento de no exigir empadronamientos para la escolarización? Eso es lo que nos espera?
Donde dije digo digo diego
Una presidencia totalmente legítima y democrática, pero hasta hace poco Ciudadanos no pactaba con partidos que tuviera en sus fila personas imputadas o condenada, aunque esté recurrido, entonces uno se pregunta. Que clase de coherencia o fiabilidad puede tener un partido que incumple sus propias normas y solo cumple cuando a ellos le interesa ?