La Casa de Melilla en Madrid ha recuperado, tras la pandemia de coronavirus, sus visitas culturales con una visita guiada al museo Lope de Vega.
La visita a la casa-museo de Lope de Vega comenzaba a las 13:00 horas con un aforo de diez personas, siguiendo la normativa sanitaria. A continuación, los socios se reunieron con otros melillenses para comer juntos en el Ateneo teniendo de fondo el roll-up de la Casa de Melilla en Madrid.
"El arte vuelve a ser un vínculo para vivir en persona" comentaba uno de los socios camino del restaurante. En la sobremesa se habló de la última exposición del socio Fernando Fiestas, recientemente inaugurada en Madrid.
Recupera las actividades
La Casa de Melilla en Madrid ha retomado, tras la pandemia, sus actividades. El pasado octubre recuperaron sus tradicionales ‘comidas de Melillenses’ que se vieron interrumpidas debido a las restricciones con motivo de la pandemia de coronavirus.
En la primera que se celebró, 25 comensales comieron bajo un sol radiante en el restaurante ‘El Espejo’, situado en el madrileño paseo de Recoletos 31, frente a la Biblioteca Nacional. Después de la comida, los comensales pasearon por la zona “tan agradable por su verdor y edificios emblemáticos”, según fuentes de la Casa de Melilla en Madrid mediante un comunicado.
A las ‘comidas de melillenses’ de la Casa de Melilla en Madrid pueden ir amigos de los socios, y tienen como propósito mantener los lazos de todos los asistentes.
Después de las restricciones que se impusieron debidas a la crisis sanitaria del coronavirus que comenzó en marzo del pasado año, socios de la Casa de Melilla en Madrid aseguran que estas comidas se han retomado con enorme entusiasmo.
Otros eventos
El pasado septiembre,la Casa de Melilla en Madrid celebró el Día de la Ciudad con una cena de gala y un baile. Según fuentes de la asociación, la conmemoración por el 524 aniversario de españolidad de Melilla tuvo lugar “en una terraza espectacular” y con orquesta y clases de baile incluidos.
Los actos se celebraron en el restaurante Casa Túa un día después de la fecha oficial (17 de septiembre) del Día de Melilla.
Orgullosa de ser y sentirme Melillense.
Siempre que se nombra Melilla, me despierta un sentimiento de cariño y de unión con todos los Melillenses. Deseando que nuestra preciosa ciudad sea reconocida y visitada por tantos que no saben lo bonita que es, y lo españoles que nos sentimos..
Ya mi abuelo, Enrique Astigarraga nació en Melilla la Vieja.
En 1915 le concedieron la Encomienda de Isabel la Católica por inventar un aparato telégraflco que pudieran comunicarse con los árabes en morse.
Estamos muy orgullosos de él sus descendientes.