La venta ambulante ilegal se ha convertido en un desafío constante en la ciudad, especialmente en áreas como la calle García Cabrelles donde los vendedores no autorizados suelen instalarse frente a la mezquita central. Según las autoridades, la policía local interviene entre dos y tres veces al día para desmantelar estas actividades, confiscando productos y levantando sanciones administrativas.
La ciudad cuenta con un marco normativo claro para regular la venta ambulante legal. Los mercados establecidos se celebran los martes y jueves en la calle García Cabrelles y los sábados en el polígono del Sepes. En estos eventos, cada vendedor tiene un puesto numerado asignado y opera bajo una autorización otorgada por la policía local.
Esta organización permite identificar fácilmente a los comerciantes legales, quienes cumplen con las disposiciones municipales. La actividad regulada es monitoreada regularmente garantizando un entorno ordenado y seguro para los compradores.
En contraste, la venta ambulante ilegal ocurre de manera improvisada y en ubicaciones no autorizadas. Los productos que suelen venderse incluyen pescado fresco, electrodomésticos usados y otros artículos que no cumplen con las regulaciones sanitarias o comerciales.
Los vendedores ilegales suelen elegir lugares concurridos, como plazas o aceras, lo que genera problemas de orden público y perjudica a los comerciantes que operan de manera legal. La situación es particularmente notoria en la calle García Cabrelles, donde la policía actúa diariamente para garantizar el cumplimiento de las normativas, evitar la proliferación y erradicar esta actividad.
Cuando se detecta una actividad ilegal, se emiten sanciones administrativas que generalmente oscilan entre 300 y 400 euros. No obstante, el cobro de estas multas presenta dificultades, ya que muchos infractores son insolventes o indocumentados. Esta situación complica la implementación efectiva de las sanciones y el control total de estas actividades ilícitas.
Aunque la venta ambulante ilegal sigue siendo un desafío, las acciones diarias de la policía local demuestran un compromiso claro por mantener el orden en la ciudad. La colaboración entre las autoridades y la ciudadanía será clave para reducir este fenómeno y asegurar que la actividad comercial se realice en condiciones justas y legales.