A punto de presentarse este viernes en el carnaval de Melilla con el espectáculo “Bizco Show”, Antonio Álvarez Cordero, director de la Chirigota del Bizcocho, ha accedido a responder unas preguntas para El Faro. Apegado al humor negro, el autor sevillano participa desde el año 2005 en el concurso de agrupaciones carnavalescas del carnaval de Cádiz, y este viernes saldrá al escenario del teatro Kursaal durante la gala de disfraces de adultos. ¿Cómo es el espectáculo que trae a Melilla? -Es una antología, con la particularidad de que unimos lo que es la chirigota de cada año en una sola pieza musical para así recordar el máximo de letras y que la gente recupere las sensaciones vividas con ellas. ¿Cómo surgió la idea de venir a actuar a la ciudad? ¿Conocía Melilla? -Sencillamente nos llamaron para preguntarnos si queríamos ir a Melilla y dijimos que encantados. Ni yo ni la mayoría del grupo ha estado en la ciudad, así que tenemos muchas ganas de visitarla. ¿Cómo se vive el carnaval cuando se trabaja tanto en estas fechas? -Muy intensamente porque estamos en muchos sitios, de manera que vivimos muchos carnavales con mucha gente. Es duro porque llega un momento en que uno está apagado, pero hay que seguir porque nos da la vida. ¿Cómo empezó en esto del carnaval? ¿Es para toda la vida? -Yo empecé en esto por la inquietud musical que tuve siempre, y por las tradiciones de la tierra de Andalucía. Me gustaba cantar, me gustaba la comedia, y la chirigota reunía todo eso. Aunque la verdad es que al principio me enganché más a la comparsa, pero la chirigota fue después lo que me tiraba. Creo que dejaré esto un día en plan descanso o en plan concurso, pero el carnaval como tal no lo dejaré porque me ha dado mucho y forma parte de mí. ¿Cuántos integrantes del grupo estarán este viernes en Melilla? -Siempre viajamos entre 16 y 18 personas. Nos gusta vivir las cosas en familia, y cuanta más gente las comparta, mejor. Por estos días está de gira. ¿Qué es lo mejor de ir de un sitio para otro? ¿Y lo peor? -Sí, estamos de gira por toda España, y estamos viendo que se va a engarzar con el carnaval siguiente, así que será una gira larga. Lo mejor es que es recíproco, porque a la gente le gusta escucharnos y a nosotros nos gusta cantarle a la gente. Es como disfrutamos. Para nosotros esto no es solo un hobby, sino casi una necesidad. Esto es lo que nos saca de los problemas. Así que la gira es como intensificar esa dosis de vida. Y lo peor es no ver a nuestras familias, tener que cuadrar en los trabajos porque luego son días que se tienen que recuperar y vacaciones que se pierden. Entonces el sacrificio es bastante grande, pero nosotros encantados.