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Delegación critica que los sindicatos policiales quieran “polemizar” con las obras de Farhana
Tras una jornada convulsa, la del viernes, en cuanto al tema de las obras en el paso fronterizo de Farhana se refiere, ayer la Delegación del Gobierno salió al paso de las críticas vertidas por los sindicatos de Policía Nacional. En concreto, el Sindicato Unificado de Policía (SUP), la Unión Federal de Policía (UFP) y la Alternativa Sindical de Policía (ASP) denunciaron la “improvisación” que consideran que está imperando en estos trabajos.
Hay que recordar que la cancelación de las rutas marítimas por el temporal, el pasado jueves, provocó un retraso en la llegada del material de obra para realizar el asfaltado de las instalaciones. El viernes arrancaron estas labores, pero con el puesto abierto al tránsito y los agentes de Policía y Guardia Civil trabajando, lo que generó el enfado de las entidades de estos dos Cuerpos por la exposición de usuarios y funcionarios a gases y polvo derivados de las obras.
En este punto, la Delegación del Gobierno aclaró ayer que fue la empresa constructora la que no dio aviso del comienzo de los trabajos y no los coordinó con la Jefatura Superior de Policía, provocando que las obras arrancaran con la frontera abierta y los agentes en sus puestos de trabajo.
Además, afeó a los sindicatos las críticas hacia la gestión de estos trabajos y acusó a estas entidades de querer “instrumentalizar” este hecho y de “polemizar” sobre el mismo. Calificó también de “deleznables” las acusaciones de la compleja labor de gestión de la frontera sur de Europa.
En definitiva, lo que la Delegación venía a lamentar es el ánimo poco constructivo en una medida llamada a mejorar el tránsito fronterizo entre Melilla y Marruecos. No queda muy alejado de lo que solicitan los sindicatos policiales en cuanto a que, tanto ciudadanos como agentes, puedan hacer un mejor uso de estas instalaciones. Por tanto, es evidente que el objetivo perseguido es exactamente el mismo, y eso es en lo que ambas partes deberían centrarse, por el bien común de los melillenses.