La defensora del Pueblo, Soledad Becerril, opinó ayer que el caso de un trabajador del CETI de Melilla acusado de supuestos abusos sexuales y malos tratos “debe ser una excepción de comportamiento absolutamente no correcto”.
Después de entregar la Memoria Anual 2015 de la institución, Becerril precisó que ha solicitado información sobre este asunto y está a la espera del resultado de la investigación por parte de la Administración.
Aseguró también que los funcionarios públicos tienen un comportamiento “extraordinario y excelente”, aunque admitió que el caso del trabajador acusado de abusos y malos tratos en el CETI de Melilla “debe ser una excepción de comportamiento no correcto”.
La defensora del Pueblo ha recordado que este empleado ha sido apartado de sus funciones, a instancias de la dirección del centro, por parte del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.
Además, reconoció que el CETI de Melilla vivió momentos de “saturación”, como consecuencia de la crisis migratoria y la entrada de personas, aunque ahora han vuelto a las cifras para las que están preparados.
Por ello, la institución solicitó la ampliación del personal y de los medios, así como el traslado a la península del número de personas necesario para que pudieran ser atendidas.
Por otra parte, apuntó que el Defensor del Pueblo atiende de manera “permanente” las necesidades del CETI para que reúnan las “mejores condiciones”, las familias puedan estar agrupadas, los menores estén debidamente atendidos y escolarizados, dispongan de comedores y espacios de reunión.