Asturias, conocida por su naturaleza exuberante, su gastronomía incomparable y su riqueza cultural, es el destino perfecto para una ruta que combina mar y montaña en un solo viaje. Desde los imponentes Picos de Europa hasta las encantadoras villas marineras, esta propuesta ofrece una experiencia única para quienes buscan aventura, historia y buena comida en el norte de España.
Oviedo, historia y sidra
El viaje comienza en Oviedo, la capital asturiana, una ciudad que combina historia, cultura y una exquisita gastronomía. Pasear por su casco antiguo es un placer, con las paradas obligatorias en la Catedral de San Salvador, joya del gótico, y en el Teatro Campoamor, donde cada año se entregan los Premios Princesa de Asturias.
No puede faltar una visita a un llagar de sidra, donde se puede degustar la bebida más emblemática de la región y aprender sobre su escanciado. La calle Gascona, conocida como el 'bulevar de la sidra' es el lugar ideal para probar este producto acompañado de quesos asturianos o una buena fabada.
Rumbo a los Picos de Europa: naturaleza en estado puro
Desde Oviedo, la ruta se adentra en el Parque Nacional de los Picos de Europa, un paraíso para los amantes del senderismo y la naturaleza. Covadonga es una de las primeras paradas, con su impresionante basílica y la mítica Santa Cueva, donde se encuentra la imagen de la Virgen de Covadonga, patrona de Asturias.
Subiendo por una carretera serpenteante, se llega a los Lagos de Covadonga, el icónico conjunto de lagos glaciares que ofrece unas vistas espectaculares. Este es un punto perfecto para hacer una caminata y disfrutar del aire puro de la montaña.
Para los más aventureros, el Descenso del Sella en canoa es una experiencia imprescindible. Este río, que atraviesa paisajes impresionantes, se ha convertido en el escenario de una de las competiciones más famosas del mundo, pero también se puede recorrer de manera tranquila en cualquier época del año.
De la montaña al mar: encantadores pueblos costeros
La ruta continúa hacia la costa para descubrir algunas de las villas más bonitas de Asturias. Llanes, con su casco histórico bien conservado y los famosos Cubos de la Memoria en su puerto, es una parada obligatoria. Sus playas como la de Toró o la de Guilpiyuri, esta última una playa interior única en el mundo, son ideales para relajarse y disfrutar del paisaje.
Siguiendo la costa, Lastres es otro de los destinos más encantadores. Famoso por ser el escenario de la serie 'Doctor Mateo', este pueblo ofrece calles empedradas con vistas espectaculares al mar Cantábrico. Además, el Mirador de San Roque permite disfrutar de una de las panorámicas más impresionantes de la costa asturiana.
Culminando la ruta en Gijón, ciudad de mar y cultura
El recorrido finaliza el Gijón, la ciudad más impresionante de Asturias. Su paseo marítimo, sus playas y su ambiente joven la convierten en el cierre perfecto para esta ruta. El Cerro de Santa Catalina, con la escultura 'Elogio del Horizonte' de Eduardo Chillida, es uno de los puntos más emblemáticos, ofreciendo una vista panorámica espectacular.
El barrio de Cimavilla, es el casco histórico de la ciudad, está lleno de sidrerías y restaurantes donde probar platos tradicionales como la caldereta de pescado o el cachopo asturiano.
Además, una visita al Jardín Botánico Atlántico o al Museo del Ferrocarril ofrece una alternativa cultural para los viajeros curiosos.
Este recorrido por Asturias es una combinación perfecta de historia, gastronomía y naturaleza. Desde las montañas de los Picos de Europa hasta la brisa marina de sus encantadores pueblos costeros. Asturias no es solo un destino, es una experiencia sensorial que se graba en la memoria: los colores intensos de su paisaje, el aroma de la hierba húmeda en las montañas, el sonido de las olas rompiendo en los acantilados y el inconfundible sabor de su gastronomía. Un viaje por esta tierra es un reencuentro con la esencia de lo natural y lo auténtico, un paseo entre la historia y la tradición, y una invitación a volver siempre, porque quien pisa Asturias, deja un pedazo de su corazón entre sus montañas y su mar.