Continúan las limpiezas de choque de la Consejería de Medio Ambiente y Naturaleza. En esta ocasión le ha tocado al Tiro Nacional, hasta donde se ha desplazado una dotación de operarios de Valoriza para eliminar los puntos negros de suciedad de las calles de este barrio melillense. El Faro ha acompañado a estos trabajadores de Valoriza durante la jornada para conocer más a fondo cómo se están desarrollando las tareas de limpieza y en qué consisten.
El plan de limpieza de Medio Ambiente se inició hace unas semanas y continuará en los próximos meses. Durante esta mañana de trabajo en el Tiro Nacional, un camión con 6.000 litros de agua y un equipo humano dirigido por Sufian, capataz de la empresa Valoriza, se han empleado a fondo en limpiar exhaustivamente tanto la calzada como las aceras y plazas de este barrio.
Tal y como ha explicado a este diario el capataz, las limpiezas a lo largo de la ciudad se hacen de forma continuada para así "limpiar sobre limpio" y que sea mucho más fácil eliminar la suciedad de la solería antes de que se quede incrustada y sea mucho más complicada de quitar. La última vez que se trabajó sobre este barrio fue hace aproximadamente 20 días, según recalca.
El procedimiento de limpieza es simple. En él intervienen diferentes trabajadores que asumen distintos puestos. Un trabajo en cadena y que hay que realizar en equipo. Para iniciar estos trabajos, lo primero que se hace es eliminar la basura más evidente que hay en el suelo. Un operario se encarga de recogerla y procurar que todo este listo para comenzar con la limpieza más a fondo. Luego, mientras uno de ellos vierte el producto de limpieza desengrasante junto a otro oloroso, otro trabajador con un cepillo baldea la zona en la que se ha vertido el líquido limpiador. Después, otra persona con una manguera conectada al furgón hidropresor, elimina los restos de suciedad y el jabón que ha quedado.
Todos los productos que se utilizan, ha aclarado, son productos homologados. Un líquido jabonoso desengrasante y a su vez otro que deja buen olor.
Así, tanto en las aceras como en la calzada y prestando especial atención en los rincones donde se acumula mayor suciedad como pueden ser las farolas, los bordillos de la calle o las zonas cercanas a las papeleras. También hay que tener especial cuidado con el aceite que dejan a veces los coches, ya que es un líquido muy resbaladizo y que puede provocar caídas en los peatones.
De esta manera no queda un espacio en el que el equipo de limpiadores no intervenga. Sufian ha destacado que para llegar a los espacios en los que el camión hidropresor no puede acceder por la complejidad o la estrechez de las calles, el capataz explica que se utilizan ampliaciones de manguera. En ocasiones se pueden enganchar varias de ellas para así poder alcanzar todos los rincones de suciedad.
Asimismo, los trabajadores han explicado a este diario que la suciedad más difícil de eliminar son los restos de orina de animales ya que al no haber sido limpiada al momento, queda impregnada en las baldosas de la acera y es prácticamente imposible retirar el mal olor del todo. Por ello lanzan un mensaje a la ciudadanía melillense para abogar por la colaboración del mantenimiento de las calles.
"Las manchas de orina tienen acidez y cuando se incrusta en el acerado, son muy difíciles de quitar. Intentamos mejorarla, pero cuando es absorbida por la solería es casi imposible".
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