Con motivo de celebrarse hoy el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, ANPE ha exigido la actualización de medidas para la prevención de la salud laboral del profesorado y de toda la comunidad educativa, así como del catálogo de enfermedades profesionales propias del desarrollo de la docencia en todos los cuerpos y etapas.
El sindicato hace referencia a “los efectos psicosomáticos que la pandemia ha dejado en nuestros docentes y que las administraciones han querido que pasen inadvertidos”, y cita como ejemplos el cansancio, el estrés y las jornadas de más de 37 horas y media auto impuestas.
La nota de prensa recuerda que, desde hace tiempo, la asociación demanda el reconocimiento como enfermedades profesionales de aquellas que derivan del ejercicio de la profesión y están relacionadas con la salud mental, como la ansiedad o la depresión.
En ese punto, solicita que se tomen en cuenta las posibles consecuencias de la pandemia para poner en marcha una serie de medidas de apoyo psicológico y emocional para los docentes, el alumnado y las familias.
Por otra parte, ANPE exige ampliar las medidas sanitarias, laborales y legales a todas las actividades que se realizan fuera del centro de trabajo, a fin de que puedan ser afrontadas con la mayor garantía posible.
Por último, demanda mayor presencia del servicio de riesgos laborales dependientes de la Administración educativa y de los propios delegados sindicales destinados a prevención, y recomienda prestar atención en los centros docentes a elementos como las condiciones de seguridad estructural, de seguridad en caso de incendio, de seguridad de utilización, de salubridad, de protección frente al ruido y de ahorro de energía.
Proclamado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo se celebra en todo el mundo con el propósito de promover el trabajo seguro, saludable y digno. Además, en él se rinde homenaje a las víctimas de los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales.