La noche de San Juan nunca había sido tan atípica. El coronavirus ha trastocado no solo la rutina diaria, también la manera de celebrar cada una de las tradiciones. A las 19:00 horas se cerraron las playas de la ciudad hasta las 7:00 de la mañana de hoy. No habrá fuegos artificiales ni hogueras. La precaución y la prevención han primado en la primera festividad de la nueva normalidad.
El objetivo de cerrar las playas es evitar las aglomeraciones de personas. La COVID-19 es un virus muy fácil de propagarse, aseguran los expertos, y ni Melilla ni el mundo están exentos del virus que sigue contagiado a cientos de personas.
La salud es lo primero. El 2020 es un año atípico que nos ha confinado casi 100 días en nuestros hogares, algo que nadie habría imaginado hace unos meses atrás. Las celebraciones y los abrazos han sido pospuestos; la manera de relacionarnos también ha cambiado; pero son sacrificios que hay que hacer por la salud individual y colectiva.
Ya vendrán tiempos mejores, con abrazos, grandes reuniones familiares y celebraciones. Por lo pronto hay que ser responsables, cívicos y conscientes de que un descuido puede provocar un rebrote lo que significaría un retroceso en el terreno ganado. Prudencia y prevención por la salud.