Hemos iniciado un nuevo año y los resultados en cuanto a contagiados son peores que con los que acabamos en 2020. Los melillenses han brindado porque se fuera ya el maldito año 2020 como si el que llega no fuera a tener problemas. Es verdad que las esperanzas son mayores porque nos encontramos en el principo del fin de esta pandemia, pero todo el camino no está hecho todavía.
Las fiestas no han terminado aún, lo que se haya hecho mal en los últimos días comenzará a aflorar en las próximas semanas y todavía no han regresado todos los melillenses que se trasladaron a la península para pasar estos días de vacaciones y de reuniones familiares.
Está muy claro que los expertos hablan de una tercera ola a partir de mediados de enero y que nos puede complicar nuevamente la situación tal y como pasó durante los meses de octubre y noviembre, principalmente éste último. Que los melillenses se estén vacunando no significa que haya que relajarse en relación con las medidas que solicitan los expertos sanitarios.
El virus sigue estando ahí y todos debemos ser responsables en cuidarnos a nosotros mismos para que no transmitamos a los demás. Confiemos algo en la suerte porque en una parte de los ciudadanos es imposible, ya que no lo vienen haciendo desde el principio y a estas alturas resulta verdaderamente complicado que lo vayan a hacer ahora.