Amargo e inesperado estreno liguero en 2018

• La UD Melilla no pudo comenzar con buen pie la segunda vuelta del campeonato por falta de acierto en la definición

La UD Melilla no pudo comenzar el año como lo acabó, debido sobre todo a la falta de acierto en la definición. No es que el equipo de Manolo Herrero dispusiera de una cantidad ingente de situaciones de gol, pero sí gozó al menos de un par de ellas para encarrilar un partido que dominó prácticamente de principio a fin. En esta ocasión el fútbol no fue justo con el equipo que más propuso y que con más ahínco buscó el triunfo, y sí premió el buen orden defensivo y la solidaridad de un equipo que peleó lo indecible por arañar un punto y que al final se encontró con los tres que había en juego. El conjunto norteafricano vuelve a tropezar de manera inesperada ante un rival de la zona baja de la clasificación y se aleja un poco más de los puestos que dan derecho a la disputa del playoff de ascenso, objetivo marcado para esta temporada por el club que preside Luisma Rincón.

Los primeros 45 minutos fueron de dominio absoluto de la UD Melilla ante un rival muy replegado que acumulaba hasta cinco hombres en defensa y que no se acercó a los dominios del debutante Pedro Luis hasta el minuto 15 de partido en una acción ofensiva que acabó en saque de esquina tras disparo desde fuera del área de Erik Expósito. Antes, a los cuatro minutos del pitido inicial, Josep paraba con dificultad un disparo desde la frontal del área de Zelu; pero la primera gran ocasión llegaba al filo del ecuador del primer acto tras un centro de Rubén Martínez desde el flanco izquierdo que cabeceaba en el segundo palo totalmente solo y a placer Yacine, pero el meta canario respondía con una gran intervención para evitar un gol que ya se cantaba en las gradas.

Benito ponía la réplica con un libre directo muy cerca del área, ideal para un zurdo, pero el disparo de exterior amarillo se perdía muy cerca del palo izquierdo del portal defendido por Pedro Luis. No iba a transcurrir mucho tiempo para la respuesta azulina y casi a renglón seguido el arquero visitante volvía a salvar los muebles a su equipo al despejar un disparo intencionado de Rubén Martínez tras una indecisión del propio Josep al saque de una falta.

Las Palmas Atlético se encontraba a gusto con el empate, replegada atrás a la espera de poder aprovechar algún desajuste de los locales y así, casi sobre la bocina, Expósito se hacía con una pelota cerca del área y conectaba un disparo que se marchaba muy cerca de la cruceta derecha de la portería local, por lo que al descanso se llegaba con el empate a cero inicial.

Segundo tiempo

Tras el paso por los vestuarios el panorama apenas variaba. La Unión Deportiva ponía o intentaba poner el juego y el equipo insular seguía defendiéndose de manera ordenada a la espera de dar la sorpresa en una contra o en alguna acción a balón parado.

Así, nada más comenzar la segunda parte, Zelu botaba un saque de esquina que Yacine finalizaba con un remate algo forzado obligando al portero a emplearse a fondo para despejar de nuevo a córner. El filial canario no se conformaba solo con arroparse atrás y mantenía en punta a Expósito, un ariete que mostró buenas maneras en el Municipal melillense. Precisamente el '9' amarillo recibía una pelota al borde del área, se zafaba de su defensor y solo ante Pedro Luis elevaba la pelota de manera sutil obligando al portero azulino a realizar la parada de la mañana para evitar que los visitantes tomaran ventaja en el marcador. Fue, sin duda, la mejor ocasión del equipo isleño hasta ese momento.

Pasada la hora de juego un balón dividido en el área canaria tras un error en el despeje de un defensor lo aprovechaba Yacine para asistir con la cabeza a Boateng, pero el disparo del ghanés se marchaba fuera rozando el travesaño.

El filial de Las Palmas leía bien el partido. Los amarillos dejaban tocar la pelota al Melilla en zonas alejadas de su área; ejercían una presión alta cuando les interesaba para obligar a los azulinos a sacar la pelota en largo con la ventaja que ello suponía para la poblada defensa y centro campo canario. A ello, se unía la falta de movilidad de los azulinos en algunos momentos, además del buen uso que hicieron los insulares del manual del “otro” fútbol.

Conforme el crono avanzaba la precipitación era cada vez más patente. Manolo Herrero daba entrada a Nacho Aznar en sustitución de Rubén Martínez y poco después, a falta de cinco para los 90 reglamentarios, hacía lo propio con Pepe Romero en lugar de Ibarbia buscando más proyección ofensiva.

La UD Melilla se estrellaba una y otra vez con la bien organizada línea de cinco que Juanma Rodríguez dispuso. Y cuando parecía que el reparto de puntos sería inevitable, llegaba el jarro de agua helada para el equipo unionista en una acción ofensiva en la que la que en un centro al corazón del área desde el flanco derecho la pelota pegaba en la mano de Pepe Romero. El colegiado, atendiendo a su asistente, señalaba el punto fatídico para desesperación de los anfitriones y alegría de los visitantes. Artiles cogía la pelota y de disparo cruzado engañando a Pedro Luis establecía el que a la postre sería el definitivo 0-1.

Era el minuto 90 y sin apenas tiempo para la reacción. Aún así, el Melilla pudo conseguir la igualada casi al final del tiempo añadido tras un saque de esquina que Mahanan cabeceaba en primera instancia y Yacine remachaba en boca de gol con la mala fortuna de enviar el cuero por encima del larguero.

No hubo tiempo para más. La unión Deportiva recibía un excesivo castigo a su falta de acierto, mientras que el filial de la UD Las Palmas se llevaba para las Islas Afortunadas un excesivo premio en un partido donde el empate también hubiera dejado un mal sabor de boca a los locales.