El consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, asegura que el almacén de fardos de ropa que ardió el lunes en el edificio número 31 de la calle Mar Chica es “ilegal”. El martes se realizó una reunión sobre este asunto con varias consejerías y se analizaron los expedientes de este inmueble.
Destaca que la Consejería de Fomento tiene constancia de que hay una planta baja de 282 metros cuadrados más un sótano de 300 metros cuadrados, pero que es una cámara antihumedad vacía y, por lo tanto, no se podría utilizar para ninguna actividad.
Ni legal ni legalizable
Quevedo también apunta que según el Plan General de Ordenación Urbana del 1995, en esta zona de Melilla no podría haber un almacén más grande 250 metros cuadrados. Esto quiere decir que el sótano no se podía utilizar de zona de almacenaje ni tampoco los 282 metros de la primera planta. Por ello, indicó que no sólo es “ilegal” este almacén, sino que además ni siquiera hubiera sido “legalizable”.
Ninguna actividad
Por otro lado, el consejero de Medio Ambiente ha informado de que el 8 de marzo el propietario de la mercancía solicitó una licencia de apertura para una actividad textil, pero no para tener un almacén. Apunta que sólo adjuntó un documento de una hoja sin presentar la documentación que se exige para este tipo de casos, como la licencia de obras y los proyectos.
El 23 de marzo la consejería responde a esta persona que le falta una gran cantidad de documentación y por lo tanto, que “no podía ejercer actividad alguna en dicho establecimiento” mientras que no cuente con las licencias.
Sin intención de legalizar
Para Quevedo, este empresario pidió la solicitud para tener una furgoneta descargando mercancía en Barrio Chino y “no tenía ningún tipo de interés en legalizar de forma real esta situación del almacén”.
Además, el consejero apunta que aunque el PGOU autorizara un almacén de 250 metros cuadrados en El Real, Medio Ambiente sólo hubiera accedido a dar la licencia para 128 metros cuadrados por “la carga de fuego”. Asimismo, para haber contado con dicha licencia hubiera tenido que contar con una instalación eléctrica adecuada y un sistema de extinción con mangueras, bocas de agua y alarma de detección de humos.