Una vecina asegura que vio por la mirilla a la acusada llevarse diversos enseres l El casero asegura que se llevó una mesa, sillas, un frigorífico y una lavadora no afectadas por el fuego.
Una melillense se enfrenta a más de un año de prisión por un delito de apropiación indebida. Su casero la acusa de llevarse de la vivienda que tenía alquilada diversos enseres que no se habían visto afectados por un incendio que se declaró en la sala de estar del domicilio. La acusada asegura que no se llevó nada que no fuera suyo y recalcó que en los once años que lleva viviendo en Melilla de alquiler “nunca” la han acusado de robar. La principal prueba de cargo es el testimonio de una vecina que afirmó haber visto a la procesada llevándose diversos enseres de la vivienda a través de la mirilla de su hogar.
El casero de la acusada, propietario de la vivienda, asegura que faltaban una mesa, varias sillas, una lavadora y un frigorífico. Si bien, destacó el abogado defensor, cuando el denunciante se dio cuenta de esas “faltas” fue un año después del pequeño incendio declarado en la vivienda. Además, como muestra de la “buena fe” de su cliente, el letrado defensor destacó que ésta se ofreció a reparar los daños causados por el fuego y reponer los enseres afectados, como fue un sillón y dos butacas. Pero las llamadas que la acusada hizo a su casero resultaron infructuosas. El abogado defensor también subrayó el hecho de que el casero solamente se diera cuenta de los enseres ‘faltantes’ un año después del incendio, porque en diciembre de 2009 cuando ocurrieron los hechos “ni siquiera fue al piso”.
Entre los testigos que comparecieron en el juicio celebrado en el Juzgado de lo Penal 1 se encontraban varios bomberos que sofocaron el incendio. Sin embargo, poco pudieron aportar al caso pues únicamente vieron la sala afectada por el fuego. Explicaron que no vieron indicios de que otras estancias de la casa estuvieran dañados por las llamas.
El caso quedó visto para sentencia.
La vecina y la mirilla ‘indiscreta’
La acusación, que en un principio fue de robo, se descartó al no estar forzada la puerta de la vivienda en modo alguno. Por tanto, la acusación cambió su calificación a un delito de apropiación indebida. Además de la denuncia del propietario de la vivienda, éste llevó al juicio a su vecina. La mujer afirmó que a través de la mirilla de la puerta de su casa vio a la inquilina llevarse diversos enseres, entre ellos, un frigorífico.
Pero la inquilina no lo hizo sola, pues estaba acompañada de otras personas que supuestamente la ayudaron a llevarse los enseres de la casa, como el propio frigorífico, dado que la vivienda está en un tercer piso sin ascensor.
La acusada dijo que se llevó de la vivienda sus pertenencias, entre ellas, una lavadora que compró ella misma al estropearse la que había en la vivienda. Sin embargo, los argumentos y explicaciones dadas por la procesada no convencieron a la fiscal ni al abogado del casero, quienes insistieron en que se llevó sin permiso los muebles denunciados.
Un perito, que también compareció en el juicio, explicó que la estimación del valor económico de los enseres que faltaban en la vivienda, según la denuncia del casero, era de 2.100 euros. Esta suma es la que reclama el denunciante en concepto de indemnización.