El presidente de la asociación de comerciantes de la frontera de Melilla (Acsemel), Abdeslam Mohamed, explicó que, “no se puede llevar a cabo el cierre de l comercio de mercancías porque hay mas de 60.000 personas que viven de este.
El director general de la Administración de Aduanas e Impuestos Indirectos de Marruecos, Nabil Lajdar, dijo esta semana en Rabat que apoya una solución “radical” de acabar “de forma definitiva” con el contrabando o comercio atípico de los pasos fronterizos con las dos ciudades españolas Melilla y Ceuta.
Sin embargo, según comentó Mohamed, con estas declaraciones, Ladjar “solo pretende presionar a los empresarios marroquíes para que operen desde el puerto de Nador”. Y añadió que, desde Acsemel esperan “que nuestros gobernantes puedan presionar y negociar para que este cierre no ocurra, por el bien de todos”.
Las declaraciones del director de la aduana marroquí llegan en un contexto en el que, según explicó Mohamed, “la situación económica de los empresarios de Melilla es muy crítica”. Prueba de ello es que “hay muchas naves a la venta y el precio de los alquileres ha bajado cerca del 40%”, comentó Mohamed. Además, en ese sentido, el presidente de la asociación continuó argumentando que “hace tan sólo dos años no había tantas a la venta y ahora sí que las hay”.
Con respecto a lasituación actual de los comerciantes de la frontera, el presidente de Acsemel estimó que las ventas han bajado un 50%.
Para paliar la situación de presión con la que conviven los comerciantes de la ciudad autónoma de Melilla, Acsemel, según explicó Mohamed, mantiene las mismas propuestas que han estado haciendo en la asociación desde el año 2014, y que “la clave está en una frontera fluida tanto para mercancía, turistas y vehículos”, comentó. Y en ese sentido, añadió que lo bueno sería “actuar conjuntamente, llegando a acuerdos con Marruecos”.
Según comentó Mohamed, otra propuesta interesante sería la de “ofrecer servicios a Nador de los que hoy día carecen en la ciudad vecina”.
Además, también propuso la creación de un visado de 24 o 48 horas que se haría en la misma frontera para que pudieran hacer sus compras marroquíes de otros lugares com o Tánger o Casablanca. “Todo es posible si se consensúa con Marruecos”, dijo el presidente.
Esta semana, Lajdar, que se expresó ante la Comisión de Exteriores de la Cámara de Representantes (cámara baja del Parlamento marroquí) en una reunión abierta a la prensa, dijo que esa prohibición de la entrada de productos de contrabando a Marruecos podría hacerse de manera paulatina durante cinco o diez años.
El responsable marroquí indicó que existe otra opción que es la de “convivir y gestionar” la situación actual mediante la mejora de las condiciones de acceso de los porteadores (las llamadas ‘mulas’) a las dos ciudades españolas.
Con respecto a la ciudad autónoma de Melilla y al cierre de la aduana marroquí en ese puesto fronterizo el pasado agosto, que causó un gran malestar en España, Lajdar dio a entender que era irreversible y así lo explicó a su colega española Pilar Jurado en una anterior reunión entre ambos: “Si esa aduana (sirviera) para la entrada de productos de Melilla, no habría ningún problema, pero (no) si vienen de otros países”.
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