Acabar con la pobreza, crear empleo y regenerar la vida política, las claves del pacto entre PP y PPL

l El proyecto de ampliación del Puerto se considera una de las claves del desarrollo económico l En el decálogo anticorrupción se incluyen medidas para que haya un mayor control en los contratos menores

La erradicación de la pobreza, la creación de empleo, la cohesión social y la regeneración ética de la actividad política son los objetivos principales del pacto de gobernabilidad sellado entre PP y PPL el pasado jueves 2 de julio, un día antes de la investidura de Juan José Imbroda como presidente de la ciudad. El acuerdo se divide en tres partes, las dos primeras son un decálogo que busca prevenir y eliminar la corrupción en la Administración y lograr que la gestión del Gobierno sea más transparente. La última recoge algunos objetivos más generales en materia de economía, empleo, urbanismo o cultura.
En concreto, en el documento se hace referencia a la necesidad de una reactivación económica, para lo que ambas formaciones consideran necesaria la ampliación del puerto como principal proyecto de futuro, así como la promoción turística, la mejora del transporte con la península, la modernización del régimen económico y el esfuerzo inversor de empresarios y emprendedores.

Urbanismo sostenible
En cuanto al urbanismo, el pacto propone la creación de un programa de obras públicas racional y sostenible que contribuya a la reactivación de la economía y siga transformando la imagen de la ciudad como ha ocurrido en los últimos años. “Mantener una política urbanística de carácter participativo y humano como la que se ha venido aplicando, garantizando el acceso a la vivienda, mejorando la gestión ambiental e impulsando la movilidad sostenible”, indica el pacto.
El documento analiza también, aunque de forma muy general, las líneas de actuación en política cultural. Apunta que ambas formaciones seguirán promoviendo la cultura como instrumento de desarrollo e integración de los melillenses en un proyecto común de ciudad. También resalta la necesidad de promover una política sobre juventud que evite el desarraigo de los jóvenes y fomente la cultura del esfuerzo.

Más seguridad
La mejora de la seguridad se encuentra también recogida en este documento, que propone la creación de un Plan de Seguridad Local en el seno de la Junta de Seguridad Local para que se asegure una estrategia común de prevención, reducción y represión de la actividad delictiva gracias a la coordinación de las Fueras y Cuerpos de Seguridad del Estado.
La promoción del deporte base y el aprovechamiento de todas las instalaciones y espacios deportivos también se encuentra entre estos objetivos.
Se trata, por tanto, de unos objetivos muy generales, sin ninguna precisión sobre las medidas que tomará el Gobierno para su consecución.

Decálogo anticorrupción
En lo que sí es mucho más concreto el documento es en lo referente a las medidas anticorrupción. Entre los puntos que se recogen se encuentra el reforzamiento del control interno, siguiendo las recomendaciones del Tribunal de Cuentas. Además, los puestos de secretario general, interventor y tesorero serán puestos cubiertos por funcionarios de carácter nacional. También serán funcionarios de Estado los que formarán los tribunales de oposiciones para el acceso a la función pública.
Habrá un código ético, cuyo incumplimiento supondrá el cese de cargos políticos y funcionarios. Entre las medidas de este código se encuentra la prohibición de recibir regalos por el ejercicio del cargo, o la prohibición de que cónyuges y familiares de políticos sean contratados como personal de confianza. Asimismo, se indica que los cargos políticos que estén procesados judicialmente no podrán estar en el Gobierno.
Además, se incluyen medidas de control para los contratos menores, que dependerán de la Consejería de Hacienda y serán publicados.
Cómo medidas de transparencia se indica, entre otras cuestiones, que se publicarán el currículum y las nóminas del presidente y los miembros del Gobierno.
Sobre la reestructuración de la Administración, se reducirá el número de consejerías, aunque no se precisa cómo, y habrá cambios en Promesa y Emvismesa, que pasarán a ser entidades públicas empresariales. Además, habrá una reorganización de la plantilla de Televisión Melilla.
El diálogo también será importante en este nuevo Gobierno, para ello se apunta que el presidente de la Ciudad mantendrá reuniones periódicas con los grupos políticos de la oposición para “dialogar, consultar y debatir” y que asistirá a las reuniones de la Junta de Portavoces.

Un documento inicial de ‘máximos’ que ha dado lugar a un acuerdo definitivo entre PP y PPL

El documento que publicó ayer El Faro como pacto de gobernabilidad era en realidad un texto previo al que firmaron PP y PPL el pasado 2 de julio. Se trataba de una propuesta de máximos presentada por Populares en Libertad para comenzar las negociaciones con los populares y llegar a un acuerdo que finalmente quedó reflejado en el nuevo documento cuyo contenido publica hoy este periódico. El documento definitivo es mucho más escueto y menos preciso que el inicial. En los apartados sobre medidas anticorrupción y gestión de gobierno los puntos son muy similares, exceptuando la desaparición del Patronato de Turismo, la Fundación Melilla Monumental y el Instituto de las Culturas, un requisito que desaparece en el texto definitivo. Sin embargo, en otras cuestiones como las relativas a la acción de gobierno en áreas como economía, urbanismo, deporte o cultura, entre otras, el pacto definitivo de gobernabilidad pasa mucho más por encima que el texto inicial, en el que se hacían propuestas muy concretas como  la elaboración de un nuevo PGOU, planes para La  Cañada,  Reina Regente y Cabrerizas o la reforma del actual Reglamento de la Asamblea.

Dejar atrás los conflictos del pasado por Melilla

El texto del pacto de gobernabilidad firmado entre PP y PPL comienza haciendo referencia en su introducción a las diferencias que ha habido entre ambos partidos durante toda la legislatura. “El PP y PPL se han enfrentado en los últimos cuatro años como consecuencia de distintos planteamientos en la gestión de los asuntos locales. Sin embargo, ambas formaciones son conscientes de una historia y unos principios políticos comunes que, en beneficio del mejor desarrollo y estabilidad en la gobernabilidad de la Ciudad, es preciso rescatar para conseguir la indispensable unidad de los melillenses que, sin perjuicio de sus desencuentros en la acción política, comparten una similar visión de la ciudad”. Así expresan ambas formaciones en el texto su decisión de dejar a un lado las rencillas políticas que han podido haber en el pasado y caminar en la misma dirección na partir de ahora.