En las dos últimas semanas han entrado en Melilla dos pateras, cada una de ellas con más de una veintena de personas
Ambas embarcaciones tocaron suelo español por el mismo lugar, la playa de Horcas Coloradas.
Las llegadas de pateras al litoral melillense son más o menos esporádicas, pero en las semanas más recientes prácticamente a diario las agencias informan de rescates en alta mar de pateras que se dirigían a la península.
Ayer se supo que Salvamento Marítimo localizó una de esas frágiles lanchas tras haber permanecido tres días a la deriva en el mar de Alborán con 51 personas a bordo. Un avión la avistó a cuatro millas náuticas del Cabo Quiles, al este de la próxima ciudad de Alhucemas.
Fueron las autoridades marroquíes las que procedieron al rescate y trasladaron a los inmigrantes a la costa de su país.
Estas personas fueron salvadas de una más que probable muerte engullidas por la inmensidad del mar, pero a buen seguro varias de ellas volverán a intentar emprender su peligrosa ruta marítima hacia el sueño europeo.
Salvamento Marítimo continúa buscando en aguas de Alborán otras embarcaciones con decenas de personas que se han hecho a la mar en precarias condiciones en busca de las oportunidades que sueñan encontrar en el territorio de la Unión Europea.
El drama de la inmigración irregular continúa y las autoridades de los Estados miembros de la UE siguen sin encontrarle soluciones. Mientras la política migratoria europea no sea común, las salidas de pateras desde el norte de África continuarán siendo la tónica en la frontera sur de la UE.