El principal partido de la oposición, Coalición por Melilla (CpM), apoyó en la jornada de ayer la demanda de la Unión Federal de Policía (UFP) de que haya un intérprete de árabe de manera permanente en los pasos fronterizos que separan la ciudad autónoma de Marruecos. La petición del sindicato policial tiene como objeto interceptar a los inmigrantes que cruzan en dirección a España de manera irregular con pasaportes marroquíes de otra persona para burlar los controles de seguridad sin ser detectados.
El diputado cepemista Hassan Mohatar señaló en la jornada de ayer a El Faro que es “difícil de explicar” que no haya un traductor de árabe en los pasos de Beni Enzar, Farhana y Barrio Chino, como pide la UFP, habida cuenta de que sería una medida “poco costosa y bastante eficaz para evitar el continuo goteo de entradas irregulares” a través de los puestos fronterizos.
Medidas inmediatas
Por ello, el dirigente de CpM demandó a la Delegación del Gobierno que tome cartas en el asunto y mueva ficha para que la frontera cuente con los trabajadores que pide el sindicato de Policía Nacional. “Melilla no puede seguir soportando estos índices de presión migratoria”, señaló Mohatar. “Los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se ven obligados a trabajar aguantando una gran presión a diario”.
El sindicato señaló el pasado lunes a este periódico que los argelinos y los sirios son los principales usuarios de pasaportes marroquíes que no les pertenecen para intentar cruzar los pasos fronterizos que conectan con Melilla de manera irregular. Suelen buscar el documento de un ciudadano del país vecino con el que guarden un mínimo parecido físico. En los controles policiales de España suele interceptarse a un buen número de estos inmigrantes, pero otros logran colarse en la ciudad autónoma aprovechando que los agentes disponen de pocos segundos para examinar cada pasaporte que les presentan. Cada documento tiene un coste en Marruecos que ronda los 500 euros.
La presencia de un funcionario con conocimientos de árabe en los pasos fronterizos serviría para identificar con mayor facilidad el país de procedencia de los inmigrantes, habida cuenta de que los que usan esta estrategia suelen hablar dicha lengua, como es el caso de los sirios, argelinos y tunecinos.