La Consejera de Bienestar Social, María Antonia Garbín, afirma que entran y salen a diario del centro entre 20 y 30 MENAs.
Un niño con una sudadera con agujeros se acerca a un grupo de chicos que está jugando con unas chapas en las actividades organizadas por Navidad en la Plaza de las Culturas. No pregunta nada. Sólo se arrima a estos niños, coge una chapa y empieza a jugar. El monitor les explica cómo se gana a este juego y luego, les deja seguir solos. Es un niño como el resto, pero no cuenta con una familia que le espere en los bancos de la plaza. Es un menor no acompañado que se ha escapado de La Purísima y que anda siempre por el centro ‘buscándose la vida’ porque su deseo no es estar en ese lugar, sino meterse en un barco de polizón y viajar a la península.
La consejera de Bienestar Social y Sanidad, María Antonia Garbín, ha asegurado a El Faro que los últimos días del 2013 se han registrado más de 200 menores acogidos en La Purísima. No es algo habitual en estas fechas que haya tantos niños y jóvenes sin familia en el centro, apuntó Garbín.
Hace unos años lo habitual eraque los menores intentaran pasar a Melilla durante los días de Feria o en verano para aprovechar los viajes de centenares de personas que viajan en estas fechas por la Operación Paso del Estrecho. Sin embargo, en 2013 no se notó un incremento de menores en Melilla esos días y en cambio, a finales de ese año y en estos primeros días de 2014 se está registrando la entrada de menores no acompañados (MENAs) en la ciudad.
Entradas y salidas continuas
La consejera destacó que desde hace una semana se registran entradas y salidas continuas de menores en este centro. Entran 20 y al día siguiente ya no están. Así es la actividad de estos días en La Purísima. Sin embargo, Garbín ha afirmado a este diario que ni la Ciudad ni los educadores pueden retener a los menores no acompañados en estas dependencias. Esto iría contra la Ley del Menor.
Garbín indicó además a El Faro que lo único que pueden hacer ahora para intentar que estos niños y jóvenes no estén en las calles es que la Policía Nacional y Local y la Guardia Civil los recoja y los lleve a La Purísima. En este sentido, resaltó la gran labor que están desarrollando los agentes de los tres Cuerpos de Seguridad del Estado, pues señaló que se están volcando con la atención a los menores.
Aumento de argelinos
Cada vez son más los menores argelinos que llegan a la ciudad. Así lo aseguró la consejera de Bienestar Social y Sanidad. Garbín afirmó también que estos chicos entran en la Purísima, están unos días y luego se van del centro para vivir en zonas cercanas al puerto. Su objetivo es meterse en un barco como polizón y llegar a la península. No obstante, Garbín apuntó que no todos los chicos de esta nacionalidad que entran en La Purísima son menores.
Asimismo explicó que en muchas ocasiones no les da tiempo a los educadores ni de practicarles las pruebas isométricas que determinan si tienen menos de 18 años. Suelen marcharse del centro antes de que se les practiquen esta pruebas para evitar que les envíen al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).
Así, la mayoría de los menores que están llegando a La Purísima son marroquíes, añadió la titular de Bienestar Social.
Garbín apuntó que la Ciudad está trabajando con los servicios jurídicos y con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para buscar una solución para los menores que están en la calle. Aunque resaltó que es una situación compleja porque estos niños y chicos no desean estar en el centro y la Ciudad no puede retenerlos, por muchos talleres y actividades que organicen para ellos.
Menores que piden limosna
Estos días el centro de la ciudad ha registrado un mayor número de personas. Las compras de los regalos de los Reyes Magos han hecho que los comercios contaran con más visitas de lo que estaba siendo habitual. Pero a la vez que había más melillenses comprando, se ha notado un incremento del número de menores que estaban en el centro pidiendo dinero para comprar comida. Los ciudadanos son conscientes de que no deben ayudar a estos niños porque lo que hacen es favorece que sigan mendigando por las calles en lugar de estar en el centro de acogida.
Es curioso cómo algunos de estos niños se ha acercado a las actividades de Navidad que se desarrollaron durante las pasadas fiestas en la Plaza de las Culturas e incluso se les podía ver el día que hubo una función de títeres o cuando se emprendieron los juegos de antaño el pasado sábado. Y es que al final son niños por muchas malas experiencias que tengan a pesar de su corta edad. Estos menores no acompañados también estuvieron en la cabalgata de los Reyes Magos y como el resto de niños se afanaban en recoger el máximo número de caramelos que caían de las carrozas.
“En La Purísima no hay ningún barco al que subir”
El presidente de la Asociación Pro Derechos Humanos, José Palazón, aseguró ayer a El Faro que los menores no se marcharían del centro de La Purísima si se les tratara mejor. Afirma que el objetivo de los niños es irse en un barco porque nadie les garantiza que puedan tener documentación en un futuro.
Palazón explica que cuando se les facilite la documentación que necesitan para residir en España, estos menores no tendrán el deseo de marcharse de la ciudad. Sin embargo, los MENA saben que en cuanto cumplen 18 años se quedan sin la protección de la Ciudad Autónoma.
Asimismo apunta que estos niños y jóvenes no desean estar en la calle, pero que prefieren estar escondidos en las cercanías del puerto a residir en el centro. “En La Purísima no hay ningún barco al que subir”, afirma Palazón.