Un vecino en la plaza 1º de Mayo avisó a la Policía Local de que tres individuos estaban forzando un coche en la vía pública, pero los agentes solamente pudieron detener a uno de ellos. En el juicio, el acusado negó estar implicado en el supuesto robo y alegó que estaba comiendo en la calle cuando vio llegar a los policías. Declaró que salió corriendo porque pensaba que le podían hacer algo. Su versión de lo sucedido dista mucho de la ofrecida por el agente que consiguió darle alcance.
Éste explicó ante el juez de lo Penal número 2 de Melilla que cuando llegaron al lugar, vieron que tres personas estaban muy cerca de un vehículo y que cuando se percataron de la presencia de la Policía, dos de ellos huyeron hacia el río mientras que el tercero tomó la dirección contraria. El agente explicó que persiguió a este último y cuando le dio alcance en una calle cercana “sacó un cristal con intención amenazante”. Forcejeó con él hasta que consiguió reducirle en el suelo. Una vez detenido, volvieron al lugar de los hechos. Comprobaron que una de las ventanillas del coche estaba rota y el vecino que alertó a la Policía reconoció al detenido, como una de las personas que estaban forzando el vehículo.