Guardia Civil y Policía Nacional investigan cómo consiguen burlar los controles fronterizos. La entrada clandestina de familias de inmigrantes procedentes de Siria se ha convertido en las últimas semanas en una nueva preocupación migratoria para los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en Melilla y Ceuta. Según informaron fuentes policiales, estos inmigrantes sirios elijen como destino las dos ciudades autónomas para reclamar asilo político en España como consecuencia del conflicto bélico que existe en su país de origen.
A esta conclusión llegan estas mismas fuentes después de que el pasado lunes entraran en Ceuta un grupo compuesto por un matrimonio –la mujer está embarazada– y dos hijos así como una abuela y sus tres nietos y ayer lo logró una menor de 17 años con un bebé.
En todos los casos estos inmigrantes tenían vinculación familiar con otros inmigrantes sirios que desde el mes de junio están llegando al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). Las frecuentes entradas han motivado que la Policía Nacional y la Guardia Civil estén investigando la forma en la que consiguen burlar los controles fronterizos.
Los inmigrantes no han aclarado a los agentes ceutíes la forma en la que han entrado, aunque sospechan que han podido ser introducidos ilegalmente por redes dedicadas al tráfico de personas por el paso fronterizo del Tarajal en ceuta. Los sirios lo único que dicen a la policía es que han logrado entrar por el mar, aunque la Policía sospecha que se trata de una indicación que les hacen las redes dedicadas a este tráfico clandestino.
Las primeras conclusiones policiales apuntan a que existe una clara conexión entre los sirios que ya están en el CETI y los que esperan en Marruecos para acceder de forma clandestina. Asimismo, se estima que estos inmigrantes disponen de recursos económicos para abonar los 5.000 euros que piden las mafias para su introducción, bien con documentos falsos o escondidos en dobles fondos de vehículos.