La sala de la Audiencia Provincial en Melilla acogió ayer la segunda sesión del juicio contra dos hombres acusados de un delito de secuestro, de agresión sexual y lesiones a una mujer en los pinares de Rostrogordo. El juicio, que fue suspendido hace diez días, contó ayer con las declaraciones de uno de los militares que socorrieron a la joven marroquí y uno de los guardias civiles que inspeccionaron el coche en el que viajaban los acusados y la víctima.
Pocas novedades aportaron estas declaraciones a lo ya relatado por el resto de testigos ante el tribunal de la Audiencia. El militar declaró cómo, estando de maniobras en la explanada, oyó los gritos de una mujer y cuando llegaron al lugar para auxiliarla vieron que uno de los acusados estaba encima de ella con los “pantalones desabrochados” y el otro en la parte superior de la cabeza. Fue este testigo el que sacó del coche a uno de los acusados por la ventanilla, frustrando así su intento de huir del lugar.
En los alegatos finales, la Fiscalía y la acusación particular mantuvieron su petición de penas para ambos acusados, 12 años de prisión, mientras que el abogado defensor consideró que nunca hubo secuestro por parte de sus clientes hacia la denunciante y que la supuesta agresión sexual no fue demostrada en el juicio. El caso quedó visto para sentencia.