El acusado no se presentó al juicio, celebrado ayer. La Fiscalía pide para él 7 meses de cárcel. No compareció en el juicio que se celebró contra él ayer en el Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla, pero sí lo hizo uno de los policías locales que sorprendió a un hombre dentro de un coche que había forzado y estaba robando objetos de su interior. Tras ser cacheado por los agentes, éstos encontraron parte del botín, una cadena de plata, dentro de sus calzoncillos. El acusado A.D. se enfrenta a siete meses de prisión por un delito de robo con fuerza en las cosas. El caso quedó visto para sentencia.
Los hechos ocurrieron en la calle General Astilleros, cuando una patrulla policial que circulaba por la zona se percató de que dos individuos emprendían la huida al ver el coche policial. Cuando se acercaron al lugar, los agentes descubrieron a otra persona en su interior. Uno de ellos declaró que los compinches huyeron hacia la frontera al ver el coche patrulla, mientras que el ‘caco’ que quedó en el lugar fue detenido.
En el cacheo recuperaron el botín que el acusado pretendía llevarse y que había escondido en diferentes partes de su cuerpo. Una cadena de plata fue el objeto que los agentes encontraron en el lugar menos pensado, dentro de la ropa interior del ladrón.
Una vez en comisaría se pusieron en contacto con el propietario del vehículo, un vecino de General Astilleros. Éste reconoció como de su propiedad los objetos que el procesado le había intentado robar.
‘Pillado’ por sus huellas dactilares
Por otra parte, en la sala de vistas del Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla se celebró otro juicio contra un hombre, de iniciales J.R.M., quien había forzado un vehículo. Sin embargo, la identificación del ‘caco’ no fue porque la policía le sorprendiera ‘in fraganti’ haciendo la fechoría, sino por las huellas dactilares que la Policía Científica encontró en el vehículo.
Entre las nueve huellas dactilares localizadas, una de ellas pertenecía a la persona que habitualmente conduce el coche, pero seis apuntaron al ‘caco’, cuya identificación se realizó en comisaría, pues ya estaba ‘fichado’. El procesado no se presentó al juicio de ayer, pero sí lo hizo el agente de la unidad científica, quien explicó ante el juez que se recogieron todas las huellas del interior del coche forzado.
Las más claras, que facilitaron la identificación del autor de los hechos, fueron las que se tomaron de la cara interna del cristal de la puerta delantera y apostilló que otras dos huellas tomadas se desecharon porque “no tenían valor” y no eran completas para permitir una identificación.