Centenares de melillenses apoyaron ayer a la AECC caminando por el centro de la ciudad contra el cáncer de mama y ofreciendo sus donativos para los proyectos de la ONG.
Unas 1.500 personas caminaron ayer unidas con prendas de color rosa por el centro de la ciudad. Aunque la palabra cáncer estaba en la boca de todos, no fue un día de tristeza ni de desesperanza, sentimientos que suelen acompañar a todo lo que haga referencia a esta enfermedad. Ayer fue un día celebración, de unidad y de demostrar a Melilla que ningún ciudadano con cáncer, ya sea mujer u hombre, va a estar solo en la lucha contra esta enfermedad. No será un camino de color de rosa, pero al menos, estos enfermos sienten el calor de los melillenses que ayer se calzaron las zapatillas de deporte para participar en la I Carrera-Caminata contra el Cáncer de Mama.
Y como ni la vida ni el camino de estos pacientes va a ser de color de rosa, fueron las centenares de personas que estuvieron en este evento las que decoraron todo con este color, desde sus camisetas y camisas a los pantalones o los pañuelos para el pelo. El rosa ayer fue sinónimo de esperanza.
Muchos melillenses participaron acompañados de toda la familia en este evento solidario, algunos incluso con sus perros tanto en la carrera como en la caminata. El objetivo era ayudar a la AECC a recaudar fondos para sus proyectos, así lo aseguró una ciudadana que afirmó a El Faro que todo el mundo tiene familiares, vecinos o conocidos a los que esta entidad les ha ayudado. Por ese motivo, ayer tocaba echarle una mano a la ONG que siempre ha colaborado con los enfermos oncológicos.
Además, fue una oportunidad para hacer ejercicio saludable en familia, saludar a los amigos y disfrutar de un domingo de sol en el centro de la ciudad haciendo una actividad nueva.
En un ambiente festivo se desarrolló tanto la parte de la carrera como la caminata. El público acompañó con sus ánimos y aplausos a los corredores pequeños y adultos y permanecieron en la plaza de España, donde se desarrolló esta actividad, hasta que se entregaron los premios a los ganadores oficiales. Aunque los verdaderos premiados ayer eran los componentes de AECC. Gracias a la solidaridad de centenares de melillenses, los proyectos para atender y acompañar a los enfermos de cáncer van a poder continuar.
En cuanto llegó el último corredor, los organizadores prepararon la salida para que todos los melillenses que estaban en el centro se animaran a caminar contra el cáncer de mama. Esta vez, niños y adultos, familias al completo, marcharon sin prisa pero sin pausa por por el parque Hernández hasta volver a la plaza de España.
Fue la mejor forma de visibilizar que el cáncer de mama es una enfermedad que le puede tocar a cualquier mujer, se haga o no una mamografía. Por eso es tan importante hacerse esta prueba, para poder detectarla a tiempo y que la paciente tenga más opciones de tratamiento.
¿Por qué estar con la AECC?
Entre los centenares de participantes en esta caminata estaba ayer Inma. Lleva trabajando en la ciudad más de diez años y conoce muy bien la labor de esta ONG. Por suerte, a ninguna mujer de su familia le han detectado nunca un cáncer de mama.
Está en la edad de hacerse una mamografía de forma periódica. Fue el pasado año la primera vez que se practicó esta prueba y asegura que lo pasó mal porque cada vez es más frecuente escuchar que una compañera del trabajo o una conocida tiene cáncer de mama. Le da miedo ser una de estas enfermas. Sin embargo, prefiere pasar ese mal rato, hasta que los médicos te dicen que todo está bien, a arriesgarse a que en uno de sus pechos se desarrolle un cáncer y pueda perder la vida por no detectarlo a tiempo. Por eso es de las que anima al resto de sus amigas y familiares porque sabe que la mejor forma de vencer a esta enfermedad es ‘cogerla’ cuanto antes.
Inma compró una camiseta y también tiene las gafas rosa que durante estos días se podía adquirir en la sede de AECC de Melilla. Explica que colaborar con la ONG es mucho más que dar un donativo. Sabe que su dinero va directamente a mejorar las condiciones de vida de personas con cáncer. Asegura que AECC tiene psicólogos y voluntarios que apoyan a los enfermos oncológicos y a sus familiares. Por eso, estuvo en la caminata con sus hijos y sus amigas.