Un joven melillense, procesado por un delito contra la seguridad vial, declaró ante el juez que en noviembre de 2010, cuando le paró la Guardia Civil, no sabía que había perdido el carné de conducir al carecer de puntos. Aseguró que las multas nunca le llegaron a su domicilio y tampoco la notificación de la DGT de la pérdida total de puntos. Sin embargo, su hermana declaró que recibió una carta en el domicilio común, dijo que no la abrió porque iba dirigida a su hermano, pero tampoco le entregó la carta. El caso quedó visto para sentencia en el Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla..