El delegado aseguró que la cooperación de Marruecos es clave para evitar más entradas.
Unos 500 inmigrantes subsaharianos aguardan en las localidades marroquíes próximas a Melilla, fundamentalmente ocultos en bosques, una oportunidad para acceder a la ciudad autónoma, según aseguró ayer en declaraciones a los periodistas el delegado del Gobierno en la ciudad, Abdelmalik El Barkani.
El Barkani señaló que, aunque hasta ayer, cuando unos 300 subsaharianos asaltaron la valla que separa Marruecos de Melilla, y un centenar de ellos consiguió el objetivo, habían transcurrido seis semanas sin asaltos, sí que se producen a menudo avistamientos de inmigrantes que pretenden acercarse al perímetro para intentar acceder a la ciudad.
El delegado del Gobierno aseguró que la colaboración de Marruecos evita en muchos casos que los inmigrantes ni tan siquiera se aproximen a la valla. El Barkani recordó, además, que en Melilla se ha reforzado la vigilancia desde hace meses, con una mayor presencia de agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado.
De hecho, el delegado apuntó que en la ciudad autónoma ha habido desplegados dos Módulos de Intervención Rápida (MIR) de los Grupos de Reserva de Seguridad de la Guardia Civil, con casi 30 miembros cada uno, a los que se une desde mayo un helicóptero del instituto armado, cuya presencia en la ciudad es continua.
“Los recursos humanos y de infraestructuras se han reforzado en los últimos meses, sobre todo en este verano”, insistió El Barkani. El delegado recalcó que aunque la presencia de más agentes es positiva, los saltos no acabarán “poniendo a un guardia civil en cada metro”.
Sobre el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), el delegado ha manifestado que, aunque la cifra es muy alta actualmente, no es una situación novedosa, ya que, por ejemplo, a principios de 2012 la cifra era cercana a los 1.000 acogidos.